Titulares:
• Señora vicepresidenta, este es un resumen de nuestros debates en esta Cámara.
• Le pregunté por su silencio ante el desafío separatista. Le endosó la respuesta al ministro de Agricultura.
• Le interpelé sobre la mesa de negociación con Torra. No vino al Congreso para estar en la mesa.
• Le pregunté por su responsabilidad en la prevención de la pandemia. Me dijo que el problema era mi marco mental.
• Le pregunté si condenaba el escrache al señor Iglesias. Contestó que tengo derecho a contagiarme.
• Le pregunté por el respeto a las instituciones. Insinuó que el señor Casado es un golpista.
• Le pedí que aclarara tan grave acusación. Me invitó a tomar un café. El viernes pasado le remití una carta aceptando su invitación y proponiéndole un café-debate público. ¿Dónde está la respuesta?
• A ver si hoy tengo más suerte y respeta usted su palabra y al Parlamento. Contésteme, por favor: ¿Van a convocar en julio otra mesa de negociación con los separatistas?
• Por el respeto al Parlamento le he estado hablando del debate democrático. Y usted tiene un doble problema con el Parlamento. Usted desprecia la conversación democrática. Y usted desprecia también a la soberanía nacional.
• Hoy ustedes van a votar en contra de una moción de mi Grupo que reivindica el exclusivo derecho de estas Cortes a decidir lo común.
• En la primera mesa, se trató de la autodeterminación. Y usted personalmente culpó al Tribunal Constitucional de lo que antes llamaban “conflicto político” y ahora directamente “crisis constituyente”. Dime qué palabras usas y te diré qué pretendes.
• Señora Calvo, no estamos ante una crisis constituyente. Estamos ante una crisis ideológica —y moral— del socialismo.
• ¿Patriotismo, piden? El señor Sánchez no tiene otra patria que su ego. Han suscrito ustedes un pacto ultra, a costa de la convivencia y a cambio del poder.
• Escuchen un momento al condenado Junqueras: Le preguntan: ¿Volvería a hacerlo? Contesta: “Sí. Gracias a lo que hicimos nos hemos ganado el derecho a repetirlo.” Le insisten: “¿Pero no engañaron ustedes a los catalanes?” Y contesta -perdónenme-: “Y una mierda. Y una puta mierda. Dijimos la verdad: que el Procés tiene que acabar en la independencia.”
• Pero el delirio no acaba ahí. La portavoz de la Generalidad, en plena pandemia: En una Cataluña independiente no habría habido tantos muertos. Del “España nos roba” al “España nos mata”.
• Estos son sus socios. Gracias a ellos son ustedes Gobierno. Y pretenden seguir siéndolo. ¿A qué precio, señora Calvo?
• Contéstenos por favor: ¿Van a convocar la mesa exigida por Esquerra? Y, por cierto: ¿Pretenden reservar en ella un lugar a Ciudadanos? La nación espera con interés su respuesta.
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