El Gobierno afronta la última fase de negociaciones sobre la reforma de la Política Agraria Común (PAC) desde el mejor punto de partida:
- España parte con unos objetivos de negociación comunes con las CCAA, a diferencia de lo que ocurría con el Gobierno del PSOE.
El Gobierno socialista enviaba aportaciones, a menudo, contradictorias y que no respondían a los intereses españoles.
- El Gobierno ha conseguido que se mantenga el presupuesto para la PAC hasta 2020, con ayudas específicas y concretas a España.
Este acuerdo garantiza un horizonte estable de 7 años para nuestros agricultores y ganaderos y para el Desarrollo Rural.
- La UE ha aprobado que sea España la que delimite su superficie agraria elegible con derecho a recibir ayudas de la PAC.
La delimitación de hectáreas constituía una de las principales preocupaciones para el sector, ya que provocaba injusticias territoriales.
- Gracias a la batalla que ha dado el Gobierno, la UE aplicará las ayudas de forma flexible y no la tasa plana que preveía inicialmente.
El Gobierno cerró alianzas con Bélgica, Francia y Portugal contra una tasa que perjudicaba a España por la diversidad de su territorio.
- El Gobierno protege a los pequeños agricultores evitando que se aplique la rotación de cultivos a superficies menores de 10 hectáreas. También ha trabajado para que cultivos permanentes, como el olivar o el de frutos secos, se cualifiquen como superficies de interés ecológico.
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