Los Gobiernos de la Unión Europea han acordado hoy no poner ni un euro para pagar el catalán en la red de las 13 escuelas europeas para los hijos del personal de las instituciones comunitarias, tal y como hubiese deseado el Gobierno de Pedro Sánchez.
Aunque en un principio el Gobierno ha vendido que costearía la enseñanza del catalán en las escuelas europeas, lo cierto es que el acuerdo de neutralidad económica impedirá que se implante en la práctica. No habrá dinero europeo para pagar a ningún profesor.
El Gobierno español se ha topado hoy en el Consejo de Gobierno de las Escuelas Europeas, al que acuden representantes de los 27 ministerios de educación, con la imposición de “neutralidad financiera”.
Además, han cerrado la puerta a que la decisión de hoy tenga ningún impacto sobre el uso del catalán en el resto de las instituciones comunitarias, dando así al traste a las esperanzas del gobierno que había vendido esta cuestión como una vía para introducir el catalán en Consejo y Parlamento.
“Es sangrante que Sánchez, en vez de estar centrado en los problemas de la guerra comercial, haya desplegado toda su maquinaria diplomática para lograr un asunto que vende como logro al independentismo pero que en realidad es pura fachada política y que encima nace fracasado”, manifestó Montserrat.
A instancia del Partido Popular, el Ministerio de Educación ya dejó claro que tampoco pagará más por este sin sentido en el que Sánchez se ha metido. “El coste del profesorado destinado a las Escuelas Europeas para el Estado español es el mismo que el salario que recibe un docente en territorio nacional, ya que no se imputa el complemento de extranjería al país de origen”, recoge una respuesta escrita del Gobierno al diputado popular en el Congreso Oscar Clavell del pasado 19 de marzo. Lo que significa que España no pagará los suplementos que le corresponden a los profesores desplazados a alguna de las 13 escuelas europeas y la Comisión se ha negado a pagarlos.
Montserrat recalcó además que esta medida no ha sido demandada por la ciudadanía ni responde a una necesidad pedagógica imperiosa en el ámbito de la Unión Europea, sino que responde a exigencias de carácter estrictamente político, dirigidas a satisfacer a quienes, paradójicamente, niegan la legitimidad del Estado.
Asimismo, la portavoz ha denunciado que como el Gobierno español ha intentado sin éxito hacer del catalán una lengua oficial en la UE, ha decidido utilizar una mentira jurídica que incluye falsear la Constitución española, lo que demuestra hasta dónde puede llegar para dar satisfacción a sus socios.
El Gobierno de Sánchez no ha dudado en mentir a sus socios asegurando que el catalán es una lengua cooficial en España, como lo son el maltés en Malta o el gaélico en Irlanda. Sin embargo, estas son lenguas oficiales en todo el territorio nacional, mientras que el catalán es una lengua cooficial solo en Cataluña, coexistiendo con otras lenguas con el mismo rango de cooficialidad en otras comunidades como el euskera en el País Vasco o el gallego en Galicia.
Es una falsedad que viola la Constitución Española, que en su artículo 3.1 dice específicamente: “El castellano es la lengua española oficial del Estado”. El español, y ninguna otra lengua presente en el territorio, es oficial en todo el Estado español.