Durante la sesión de control, Soraya Sáenz de Santamaría ha preguntado a la vicepresidenta para Asuntos Económicos si se siente satisfecha de su balance al frente de la política económica del Gobierno.
De este modo, Sáenz de Santamaría ha puesto de relieve que "no le ha bastado con subir los impuestos. Suyos son también los recortes sociales más duros. Con este balance nadie debería permanecer en su puesto ni un minuto más, pero esto es un fracaso de todo su Gobierno".
En este sentido, ha apuntado que "no ha culminado ni una sola de las reformas, y las que ha empezado se han saldado con un sonoro fracaso", y que "es incoherente prometer austeridad y acabar con un techo de gasto que sube precisamente el gasto público".
Así, ha tachado también de "incompetencia" aprobar "una reforma laboral que ha costado trescientos mil parados más y veinte mil contratos indefinidos menos" y de "engaño" aprobar un modelo de financiación que "sabe que no puede pagar", además de "subir los impuestos a los españoles, no para mejorar los servicios públicos, sino para pagar los intereses de la deuda".
Por su parte, Elena Salgado ha evitado la pregunta de la portavoz popular. Aún así, Soraya Sáenz de Santamaría ha asegurado que "su balance es injustificable y la continuidad de su gobierno, insostenible. Es incoherente prometer austeridad y generar una deuda de 213.000 millones de euros".
Para Soraya Sáenz de Santamaría, "toda esta catarata de sacrificios económicos no ha producido ningún resultado", pero las consecuencias han resultado "nefastas", dados los ciento treinta mil autónomos que han tenido que cerrar su negocio, el millón de españoles que ha perdido su trabajo y doscientas mil familias su vivienda.
"Los españoles no esperan otra cosa que convoquen elecciones. Esta es la única medida con la que no se va a equivocar su Gobierno", ha concluido.