Los eurodiputados aprobaron una enmienda de los eurodiputados del PP, Gabriel Mato y la propia presidenta de la comisión parlamentaria, Carmen Fraga, para impedir el recorte de 100.000 euros en las ayudas por ese concepto al que dieron su visto bueno los ministros comunitarios en el proyecto de presupuestos de la Unión Europea para 2010 que aprobaron el pasado julio.
La enmienda de Gabriel Mato restituye las cantidades propuestas en el anteproyecto inicial, que suman 17,5 millones de euros, y rechaza su rebaja, toda vez que los costes adicionales de la comercialización de productos pesqueros de las regiones ultraperiféricas como Canarias no van a disminuir el año próximo, como parece deducirse de la disminución de las ayudas que plantean los ministros de Finanzas.
El eurodiputado popular argumentó que esos costes se deben sobre todo a los gastos de distribución y de transporte de los productos pesqueros y que dichos gastos no sólo se van a mantener sino que pueden incluso aumentar si se producen nuevas alzas en el precio de los combustibles, por lo que es una ruta equivocada recortar las ayudas a la comercialización.
La probación de la enmienda de Gabriel Mato es un primer paso para evitar el recorte de esas ayudas que benefician sobre todo a Canarias, aunque ahora debe recibir el visto bueno de la comisión de Presupuestos y, posteriormente, del pleno del Parlamento Europeo, que votará en primera lectura el proyecto de presupuesto comunitario para 2010 el próximo mes de octubre.
La Eurocámara tiene la última palabra en materia presupuestaria pero habrá que esperar hasta diciembre, cuando el pleno de Estrasburgo vote el proyecto definitivo del presupuesto comunitario para 2010, para confirmar si hay una mayoría suficiente entre los eurodiputados para ganar el pulso a los ministros de Finanzas y evitar un recorte perjudicial para el sector pesquero canario.
Tras la aprobación de su enmienda, Gabriel Mato expresó su confianza en que el apoyo político logrado sea suficiente para evitar una rebaja de las ayudas que no tiene ninguna justificación y menos en tiempos de crisis económica.