Constituye un factor clave en la proyección exterior de España y en la valorización del patrimonio natural, histórico y cultural español.
España logra un récord de llegadas en 2017 con 82 millones de turistas internacionales. Esto supone un aumento del 8,9% de llegadas respecto a 2016.
Nuestro país superaría por primera vez a Estados Unidos y alcanzaría la segunda posición en número de llegada de turistas, solo por detrás de Francia.
El gasto total realizado por los turistas que visitaron España ascendió a 87.000 millones de euros, cifra también récord, y que representa un incremento del 12,4% respecto al año anterior.
Hoja de Ruta del Gobierno en la XII Legislatura
Líneas de actuación
1. Creación de nuevos destinos turísticos para continuar reduciendo la dependencia del producto de sol y playa: es necesario fomentar la desestacionalización avanzando en el desarrollo y promoción de productos turísticos diversificados temporal, geográfica y motivacionalmente, o lo que es lo mismo, generar un turismo ligado a experiencias que se puedan disfrutar todo el año y en todo el territorio nacional: turismo cultural, de negocios, de congresos, deportivo, gastronómico, etc. Para ello, se trabajará para generar sinergias entre turismo y agenda digital, de tal modo que, por ejemplo, se aprovechen al máximo las oportunidades de la economía digital (marketing digital, redes sociales, etc.), se avance en la gestión del conocimiento turístico basado en el Big Data y se desarrolle el Plan Nacional de Destinos Turísticos Inteligentes.
2. Es fundamental la colaboración público-público y la público-privada, un gran pacto por el turismo que incluya a todas las Administraciones (estatal, regional y local), al sector privado y, por primera vez, a los distintos grupos parlamentarios. Se pone de relieve la necesidad de favorecer una regulación lo más homogénea posible a nivel nacional en materia turística en general y en algunas cuestiones en concreto, como las relacionadas con la economía colaborativa.
3. La sostenibilidad, la calidad, la innovación y la competitividad son otros cuatro pilares sobre los que construir nuestro modelo turístico.
La sostenibilidad medioambiental, social y económica ha de lograrse apostando por una clientela internacional de mayor gasto en destino y que consuma productos turísticos de alto valor añadido en todo el territorio nacional.