La iniciativa del PP reclama, además, fijar a la mayor brevedad un calendario de reformas estructurales, que incluyan la reforma del mercado de trabajo, la reestructuración del sistema financiero y la definición de un modelo energético eficiente.
El PSOE votó a favor de los puntos aprobados de la moción para no quedarse sólo votando en contra.
Durante la defensa de la Moción, la portavoz adjunta del PP Fátima Báñez ha apremiado al Ejecutivo a emprender "reformas" y a un "recorte del gasto estructural de todas las Administraciones Públicas" con el propósito de impulsar la recuperación económica y la creación de empleo.
Frente a la política económica socialista de "gastar y pasar la gorra a todos los ciudadanos" con las subidas previas de impuestos y la inminente del IVA, la parlamentaria popular ha rechazado nuevos aumentos de la fiscalidad que "detraerán más la actividad económica y traerán más paro y más crisis".
Para Báñez, este "imprescindible" plan de reformas estructurales debe contener, esencialmente:"un acuerdo político, social y territorial para garantizar la sostenibilidad de nuestras finanzas públicas y hacer viables nuestro servicios públicos" y, en segundo lugar, "acometer una reforma del mercado de trabajo para luchar contra la dualidad, promoviendo la contratación indefinida a través de la simplificación del actual abanico de contratos y del sistema de bonificaciones".
Estos dos puntos deben ir acompañados, según indicó Báñez, por una "necesaria reestructuración y saneamiento del sistema financiero" ya que "la reforma laboral y la reducción del déficit por sí solos no garantizan la vuelta a la senda del empleo".
Finalmente, la dirigente popular ha lamentado el "valioso tiempo" perdido por el Ejecutivo al eludir "medidas cruciales" como las contenidas en la Moción por lo que, recordó al Gobierno, "si no las hacemos nosotros volverán a imponérnoslas desde fuera, lo que aumentará la desconfianza y retrasará la salida de la crisis".