Para ello, presentó una moción, hoy en la Comisión de Educación, defendida por el senador tinerfeño Antonio Alarcó.
Según Alarcó, que abogó porque el Senado, además de la Cámara territorial sea la Cámara de la Ciencia, Bolonia es un reto compartido por los países y partidos políticos europeos al margen de ideologías. El problema, según el PP, es que Bolonia queda incompleto si no se fija, cuanto antes, una estrategia que abarque al estadio previo a la educación universitaria, es decir, las enseñanzas preuniversitarias.
"Dicho proceso ha de venir caracterizado -indicó- por la búsqueda de criterios comunes en la educación preuniversitaria de las comunidades autónomas al objeto de establecer un modelo que permita acceder a la enseñanza universitaria en condiciones de igualdad".
Por ello, Alarcó ha reclamado altura de miras, porque este es el momento de equiparar, a nivel estatal y europeo, desde las bases, los modelos educativos, adaptándolos así a una mejor convergencia con Europa.
El PP considera necesarios unos mínimos equiparables dentro de todo el territorio nacional, con objeto de homogeneizar contenidos y que lleve a la equiparación de horas lectivas, horas prácticas y contenidos que han de tener un carácter troncal.
El senador popular ha insistido en que el Proceso de Convergencia con Europa, más conocido como Plan Bolonia, "nos permite equiparar cargas lectivas dentro de los estados miembros de la Unión Europea y consecuentemente la movilidad de nuestros estudiantes, no solo en el plano académico sino posteriormente en el ámbito laboral crece substancialmente con respecto a la situación actual".
Pero Alarcó también ha denunciado los problemas de este proceso de convergencia, ya que lleva aparejado el desfase informativo y formativo que trae la mayoría del estudiantado que acude a la enseñanza universitaria actual y, ni que decir tiene, cuando se implante de manera definitiva en las universidades españolas en 2010.
Por ello, ha considerado necesario el establecimiento del marco ineludible para que se subsane este problema o, cuanto menos, se mejoren considerablemente las condiciones de acceso de nuestros universitarios al modelo de Convergencia Europea estará, en breve, implantado en las universidades españolas.