Conde ha recordado que la rendición de honores militares es, según la propia exposición de motivos de la Ley vigente, "un homenaje y una señal de respeto en representación de la nación y en nombre de los poderes del Estado".
Por esta razón, se rinden honores a mandatarios extranjeros y, por eso, tradicionalmente, y pese a que España es un estado aconfesional, se han venido rindiendo en determinadas celebraciones religiosas.
El senador popular ha explicado que en el año 84, un Gobierno socialista, presidido por Felipe González, "el mismo que considera que rectificar todos los días es de necios", respaldado por 202 escaños, decidió que la aconfesionalidad del Estado y la rendición de honores militares en actos religiosos no eran incompatibles, en cumplimiento del artículo 16.3 de la Carta Magna, que dice que poderes públicos deben tener las creencias de los españoles en cuenta.
Según Agustín Conde, que ha señalado que éste es otro conflicto creado por el Gobierno allí donde no lo había, la mayor parte de la sociedad española es y se siente católica. "