La portavoz de Pesca del GPP reclama al ministro que haga “lo imposible por defender un cambio de reglamento”
La portavoz de Pesca del Grupo Popular y senadora por Cantabria, Amaya Landín, ha reclamado al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, medidas alternativas para toda la flota de arrastre del Mediterráneo y que “presione y haga lo imposible para defender los intereses del sector en Europa”; tal y como si hacen países como Francia o Italia, con relación a las horas de pesca permitidas.
Landín ha preguntado al ministro Planas, durante la sesión de control al Ejecutivo celebrada esta tarde en la Cámara Alta, por la valoración que hace el Gobierno del desarrollo del plan europeo de gestión para la conservación de los recursos pesqueros demersales en el mar Mediterráneo.
Así, la portavoz de Pesca del GPP ha afirmado que “no puede ser que la legislación pesquera se esté haciendo contra el propio sector a la que va dirigida”, por lo que ha pedido al ministro que haga “lo imposible por defender un cambio de reglamento y se adopten medidas alternativas necesarias”.
“No basta con escuchar y tener presentes las preocupaciones del sector, hay que actuar y, sobre todo, dejar a la gente del mar trabajar. Si no lo hacen, tendremos una costa mediterránea esquilmada social y económicamente”, ha denunciado Amaya Landín.
Durante su intervención, la senadora cántabra ha recordado que el pasado viernes, 4 de junio, toda la flota de arrastre del Mediterráneo -marineros, armadores y lonjas- decidió parar porque “el actual Plan de Gestión de demersales de la Unión Europea está llevando a la deriva un arte de pesca”.
Además, Landín ha destacado que dicha flota es la segunda más importante de Europa, con 600 barcos y “es practicada por pescadores, no delincuentes, que son los primeros comprometidos e interesados en proteger el recurso pesquero que les garantiza la viabilidad de su actividad”, le ha dicho a Planas.
“Señor ministro, estamos de acuerdo en que la pesca debe ser sostenible. De hecho, si no lo fuese, el propio sector sería, sin duda, el más perjudicado. Pero también deberíamos estar de acuerdo en que la sostenibilidad medioambiental debe casar con la sostenibilidad económica y social, y eso no ocurre cuando una embarcación de la modalidad de arrastre sólo puede pescar 150 días al año, cuando el umbral mínimo de rentabilidad es de 190 días”, ha subrayado.
Así mismo, la senadora del PP ha señalado que “a las familias que viven de la pesca, ya sea en Benicarló, Águilas o Motril les interesa saber por qué se han ignorado todas las propuestas trasladadas por el sector en el procedimiento de consulta pública de la Orden Ministerial; y por qué no se reconocen los esfuerzos ya realizados en los últimos años y durante la pandemia para ajustar su capacidad de pesca a los recursos disponibles”.
“Cuénteles por qué todo son limitaciones o reducciones: En los días de pesca, en el número de embarcaciones, de capturas, de horas, en las ayudas. Bueno, no todo son reducciones: hay subidas en el gasoil, hay aumento de los controles, en la burocracia”, le ha reprochado Landín al ministro.
A continuación, la senadora popular ha explicado que, desde la entrada en vigor del Plan de Gestión, “la actividad pesquera está cada vez más próxima a la desaparición, con pérdida de puestos de trabajo, el cierre de empresas pesqueras y auxiliares, así como la comercialización de las capturas de otras modalidades de pesca”.
Por último, Amaya Landín ha vuelto a pedir al ministro que “pelee para que el acuerdo final sea más racional y asumible para la flota de arrastre, “patrimonio cultural y una forma de vida que está en el ADN de cientos de localidades pesqueras de nuestro país”; porque si el Plan sigue adelante, “comeremos pescado chino o chileno, pero del Mediterráneo no”.