El Gobierno reforma la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana para actualizar y mejorar una norma que no se ha cambiado en 22 años
El objetivo es garantizar la seguridad jurídica de los ciudadanos y el ejercicio de sus libertades, frente a nuevas amenazas del siglo XXI:
PROTECCIOÌN: Por primera vez, se define el concepto de seguridad seguÌn el Convenio de Derechos Humanos y el Tribunal Constitucional.
- Con esta medida se blindan principios baÌsicos como el de no discriminacioÌn y miÌnima injerencia en situaciones tan delicadas como la identificacioÌn de personas.
PROPORCIOÌN: Las faltas maÌs graves se tipificaraÌn como delito y las maÌs leves como sanciones administrativas.
- Las infracciones maÌs graves son todas aquellas que atenten contra la seguridad de los ciudadanos, su derecho al honor, intimidad...
GARANTIÌAS: Los padres seraÌn responsables de los perjuicios o daños de los menores a su cargo, seguÌn recomienda el Defensor del Pueblo.
- Los padres tendraÌn que hacerse cargo econoÌmicamente de los desperfectos que ocasionen sus hijos menores en la viÌa puÌblica, por ejemplo, lo que se ampliÌa tambieÌn a los convocantes de las manifestaciones.
CONVIVENCIA: Garantiza el ejercicio del derecho a la manifestacioÌn, poniendo fin a las actuaciones violentas que lo vulneran.
- El objetivo es acabar con la violencia que pone en peligro la seguridad de todos y la garantiÌa de las libertades puÌblicas.
- El uÌnico requisito para celebrar una manifestacioÌn se mantiene: comunicarlo a la administracioÌn correspondiente.
La doble vara de medir del PSOE:
Una vez maÌs, el PSOE pone en evidencia sus incoherencias:
- Se oponen a la reforma de la ley en puntos que se mantienen invariables respecto a la ley que aprobaron en el 92.
- Critican la cuantiÌa de las sanciones, cuando la Ley del Deporte que aproboÌ Zapatero preveiÌa sanciones muy superiores (650.000) euros.
- Ahora piden la retirada de las concertinas instaladas en la valla de Melilla, cuando Zapatero adoptoÌ una medida ideÌntica en 2005.