• Asegura que los ataques de los independentistas al sistema autonómico no se deben a que las autonomías no funcionen, sino precisamente a que las autonomías funcionan, y, por ello, “les estorban”
• “La España autonómica nace con la memoria de experiencias frustrantes del pasado que en ocasiones negaron la diversidad, y en otras la unidad. La España autonómica, no es un patrimonio de Sánchez, y mucho menos de Puigdemont o de Otegi. La España autonómica es un patrimonio de todos los españoles”, resalta
• Defiende que en la España de hoy no se puede gobernar al margen o en contra de las autonomías “en las decisiones que nos atañen a todos no caben concesiones arbitrarias que solo buscan la supervivencia de un Gobierno en situación crítica”
• Destaca que entre el autonomismo y el nacionalismo hay una diferencia esencial. La primera concilia la gestión con el sentimiento, mientras que “el nacionalismo, por el contrario, olvida la gestión y, cuando intuye que la mala gestión genera malestar social, encubre su incapacidad con aventuras independentistas”
• Lamenta que el Gobierno actual reserva el diálogo a quienes lo mantienen en el poder: “No dialoga con ellos, se somete, se humilla, obedece”
• Apunta que es el momento para derribar muros, del respeto frente al insulto, de la libertad frente a la imposición, del mérito frente a la ideología y de la seguridad jurídica frente a la arbitrariedad
• “Presenta a Javier de Andrés como un carácter frente a un PSOE y un PNV que han perdido toda su personalidad ante Bildu”
• Resalta que las elecciones vascas son cosa de dos: “El mismo separatismo a velocidades diferentes, o el Partido Popular de Euskadi”
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