"La extinción de los fuegos de Valencia contó con el mayor número de medios aéreos"

Además de reconocer la comparecencia a petición propia del ministro Miguel Arias Cañete para informar "con todo detalle y cumplidamente" de las labores de extinción de estos incendios, Pons puso en valor la tarea llevada a cabo por el Ministerio y las comunidades autónomas en el caso valenciano, donde "la coordinación salvó vidas" en un fuego que, desde el primer momento, se declaró "como fuera de capacidad de extinción".

"Un fuego como éste no podía apagarse en el primer momento, sólo era posible defenderse de él", precisó Pons, quien ofreció una serie de datos que ayudan a hacerse una idea de la "monstruosidad" del incendio. Así, explicó que "produjo llamaradas de hasta 35 metros de altura, cambios de viento tan inesperados como cuatro en un minuto, saltos de fuego de copa en copa que arrasaban 60 metros en un momento y llamaradas que alcanzaban un kilómetro".

Por ello, manifestó que "cuando las grandes desgracias ocurren, la misión de los poderes públicos es intentar atajarlas y compensar a los afectados, pero los poderes públicos no pueden evitar que las desgracias ocurran". Pese a todo, Pons insistió en el buen funcionamiento de la coordinación en la extinción de ese incendio, puesto que si en el "tristemente célebre incendio de Guadalajara se tardó dos semanas en declarar extinguiditas 12.000 hectáreas, en Valencia se extinguieron en seis días dos incendios de 50.000 hectáreas".

Así las cosas, llamó a la "prudencia" tanto en lo que se declara como en lo que se proclama, "porque en este curso de sequía puede que no estemos ante el único incendio del verano, y ojalá que sí ante el peor", e invitó a los responsables políticos a "no encender alarmas innecesarias", en alusión a las alertas vía Twitter de algunos dirigentes que, en el caso valenciano, llegaron a decir que hasta la central nuclear de Cofrentes podía estar en peligro, "cuando nunca fue así".

Para terminar, el parlamentario popular aconsejó a aquellos que "confunden la culpa con la responsabilidad política", que esa búsqueda de los culpables "no les impida ver el monte" puesto que "el monte de verdad es el que todos tenemos que defender este verano", toda vez que puso el acento en que el verdadero problema no estriba "en el abandono de los bosques en tanto que su falta de limpieza como en la falta de utilidad que tienen".