Argumentario sobre el incremento patrimonial de Jose Bono

-Olvidos. Olvida en sus declaraciones-filtraciones a los medios partes de sus propiedades. Mantuvo que tenía una en Estepona y eran dos. Anunció que iba a comprar la de Alicante cuando ya la había adquirido. Tiene una sociedad patrimonial (Ahorros Familiares Saja) con bienes por valor de 2,5 millones de euros. No se incluye entre ellos el ático en el centro de Madrid que regaló a su hijo y que tiene un valor de un millón de euros. Una cadena de franquicias que le recompra la marca porque no funcionan y mantienen a la mujer de Bono como la representante. Uno de los locales de esas franquicias está a nombre de la hija menor de Bono de tan sólo diez años de edad.

-Su amistad con el constructor Rafael Santamaría (Reyal Urbis) flota sobre el caso. Dos recalificaciones. La constructora que le ha pagado la decoración de las casas de Salobre (Albacete) y Olías del Rey (Toledo). Reyal Urbis ha obtenido recalificación de terrenos en Toledo (paraje de Valdecubas) en 2008 para la construcción de 7.000 viviendas. El visto bueno de la operación lo dio el consejero de Ordenación del Territorio, íntimo colaborador del presidente del Congreso, Julián Sánchez Pingarron. Además, la Junta de Castilla La Mancha también aprobó la ciudad de Valdeluz en Yebes (Guadalajara), de 400 habitantes, justo al lado de donde iba a ir la estación del AVE. En la actualidad, las viviendas que se han construido están en su mayoría deshabitadas. Para rematar, una de las hijas de Bono, Ana, fue apoderada de esta gran constructora con 25 años.

-Hípica Almenara, la que debe ser la hípica más rentable de España. A ella imputa Bono muchos de sus ingresos. Posee el 80 por ciento de las acciones y el 20% restante es de los hijos. Ha generado 1,2 millones de euros de beneficios en los últimos cuatro años a pesar de no repartir beneficios, porque las cantidades resultantes las pasan a reservas voluntarias, según las cuentas del registro mercantil. Tan sólo tiene una
nómina y ninguno de los accionistas cobran sueldo alguno. El administrador único es Ramón Navas, aunque El País dice que el hijo de Bono es el encargado. Sin embargo no cuadra con lo declarado en su declaración de la renta ni con las cuentas del registro mercantil. Además, esta Hípica es una actividad mercantil incompatible por Ley con el cargo de presidente de una CCAA.

- Constructores, caballos y billetes de quinientos. Entran en escena los caballos y el Pocero, el constructor. Sobre los primeros, como si de en una película de mafiosos estuviéramos, al menos uno de ellos, parece ser que Bono lo pagó, cuando era ministro de Defensa, a través de un emisario al que entregó 100.000 euros en billetes de quinientos envueltos en papel de periódico. ¿Y a nombre de quien se puso el caballo de carreras? Pues a nombre de una de las empresas (Rafael Hoteles), de nuevo, del constructor Rafael Santamaría (Reyal Urbis). En estos "Rafael Hoteles" dicen también que Bono se ha alojado en diversas ocasiones vacacionales en el Pirineo. ¿Habrá facturas?
-Por su parte, El Pocero explicó en una entrevista con El Mundo el 3 de julio de 2006 que "hizo las obras de la Hípica que cobró religiosamente". Dice que cobró, pero no dice de quién. En esa misma entrevista dice que "todo empresario que presuma de ser amigo de un político está hundido y no es nadie". Ese mismo año Izquierda Unida pidió a la Fiscalía Anticorrupción que investigara las obras en la Hípica de Bono.

-Dos años después, el 14 de septiembre de 2008, en otra entrevista con El Mundo, el tono de El Pocero es otro, igual que sus problemas de desarrollo y culminación de la macrourbanización de Seseña (Toledo). Dice que "no tiene el gusto de tratar con el Señor Bono", aunque a la contrapregunta de que Bono dice que ustedes nunca se han conocido responde: "Ahí con todos los respetos, que no lo diga muchas veces...porque eso no es así. Yo con el señor Bono...Puedo presumir y presumo de que a mis amigos, siempre desde que he nacido, les dejo yo de hablar". A la pregunta de si cobró las obras que hizo en la Hípica de Bono o fue un favor, responde que "yo hice unas obras para unos señores que tenían allí unos carteles y una publicidad" y en la siguiente respuesta a la pregunta de si las obras las pagaron los patrocinadores aclara: "Efectivamente, como así ha quedado demostrado".