El portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, dijo durante un debate en esta cámara que “si otras veces he pedido libertad, hoy pido también pan y medicinas para Venezuela”.
“Venezuela está al borde de una revuelta social debido a su crisis alimentaria, energética y sanitaria, que se une la crisis económica y política”, aseguró.
Durante el debate celebrado en el Parlamento Europeo, González Pons denunció que “los niveles de desabastecimiento superan ya el 70%” y que los venezolanos “soportan colas de varias horas con la incertidumbre de si quedará algo que comprar y si tendrán dinero suficiente para hacerlo”.
“Los enfermos se hacinan en los hospitales porque faltan el 80% de los medicamentos y porque no hay que médicos suficientes porque la mitad se han ido y los que quedan trabajan en condiciones de guerra, intentando salvar vidas sin material”, añadió.
González Pons, que encabezó en diciembre pasado una misión de observación electoral del Grupo PPE a Venezuela, destacó que esta situación ocurre “en un país petrolero y rico en recursos naturales”.
“Esta es la revolución bolivariana que prometieron Chávez y Maduro, una revolución que se cae a pedazos mientras los venezolanos luchan día a día por sobrevivir contra la violencia y la desesperación”, dijo González Pons.
Por su parte, el eurodiputado gallego Francisco Millán Mon aseguró que el país vive “una situación muy preocupante” porque el régimen de Maduro “ha optado por ignorar lo que el pueblo venezolano pidió en las urnas y por entorpecer los cauces legales y políticos de expresión de la oposición y de la Asamblea Nacional”.
Millán Mon destacó que está previsto que en breve se produzca en la Asamblea Nacional un debate titulado “la ruptura del orden constitucional y la sistemática y reiterada violación de la Constitución en perjuicio de los intereses del pueblo venezolano".
Esto, aseguró Millán Mon, “es muestra del tenso clima político que vive Venezuela, fruto de una deriva autoritaria que desde este Parlamento venimos denunciando desde hace tiempo. Todos debemos procurar que Maduro y su círculo recapaciten y cambien su actitud irresponsable de confrontación”.
El eurodiputado Luis De Grandes dijo que el tiempo sigue pasando pero “los presos políticos siguen en la cárcel, la ley de amnistía es rechazada y los venezolanos padecen calamidades”.
De Grandes aseguró que pese a que la oposición está recogiendo firmas para un referéndum revocatorio y más de un millón de personas ya han firmado, Nicolás Maduro “volverá a insultar al gobierno de España con el silencio cómplice de sus socios podemitas”.
Por su parte, el eurodiputado canario Gabriel Mato aseguró que “hemos reclamado durante años que la UE haga algo más que protestar pero hoy decimos que los venezolanos están pasando hambre y necesidades en un país rico, y que sigue habiendo presos políticos”.
“Necesitamos que se haga algo y que se haga ya. Si no, quizá debamos reconocer que hemos fracasado en el objetivo de convertir a la UE en un actor de peso internacional”, añadió Mato.
El eurodiputado Agustin Díaz de Mera denunció que el pueblo venezolano esta “oprimido, secuestrado y atemorizado y pasa por una de las perores situaciones”.
Díaz de Mera describió que la realidad venezolana es hoy de “impunidad, violencia, destrucción institucional, los hospitales desabastecidos, los alimentos escasos, el país de la luz sin luz, la inflación en el 700 por ciento, los medios amordazados, la justica parcial y la oposición maniatada”.
“Que pronto acabe el sufrimiento de su pueblo, viva Venezuela libre”, concluyó Díaz de Mera.
Por su parte, la eurodiputada Teresa Jiménez-Becerril denunció que “el pueblo venezolano está secuestrado por un nefasto gobernante, un presidente que no reconoce el grito de libertad que se extiende en Venezuela”.
“La sociedad venezolana está siendo maltratada por Maduro, viviendo sin luz, sin medicamentos y lo que es peor sin esperanza”, dijo.
“Los presos políticos ruegan a Europa que no los olviden y que sigan exigiendo la liberación de esos presos que siguen presos solo por exigir una Venezuela libre”, concluyó Jiménez-Becerril.