El PP propone un Plan de Gestión de la Velocidad para reducir la tasa de accidentes de tráfico

La portavoz de Seguridad Vial del Grupo Popular, Concha Bravo, defendió hoy la creación de un Plan de Gestión de la Velocidad, que sirva para reducir la tasa de accidentes de tráfico, en los que la velocidad tiene una gran trascendencia, al ser la primera causa de accidentes de circulación en carreteras interurbanas y la tercera en ciudad.

En su intervención en la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible del Congreso, Bravo defendió una Proposición no de Ley del Grupo Popular en este sentido, destacando que el Plan de Gestión de la Velocidad supondrá un paso de gigante para conseguir un sistema seguro de circulación vial en nuestro país.

La portavoz popular recordó que la velocidad es uno de los factores más determinantes en los accidentes de tráfico, pues en 1 de cada 8 de los accidentes con víctimas ocurridos en España, tanto en carretera como en zona urbana, se ha registrado una infracción por velocidad. "Cada día se producen, en nuestro país, 29 infracciones por velocidad que derivan en un accidente con víctimas", subrayó.

Asimismo, Bravo señaló que los estudios sobre seguridad vial permiten afirmar, sin la menor duda, que "al aumentar o reducir el límite de velocidad se incrementará o disminuirá la siniestralidad vial, respectivamente".

Por ello, señaló que el Plan de Gestión de la Velocidad debe contar con el apoyo de todas las fuerzas políticas y de la sociedad en su conjunto; debe identificar a los distintos grupos de interés y definir su papel; preparar el correspondiente plan de acción y un plan de despliegue con todas las medidas de carácter legal, de formación y planificación necesarias; debe informar, influir e involucrar a los conductores; realizar acciones planificadas de ensayo y proyectos piloto; y, en un proceso de mejora continua, controlar la implantación y analizar los resultados.

Para la portavoz popular, el Plan que propone su grupo debe revisar los límites de velocidad; asegurar el cumplimiento de la normativa; establecer un sistema de sanciones adecuado, con especial énfasis en los infractores reincidentes; llevar a cabo campañas de concienciación e informativas, dirigidas a grupos específicos de usuarios y, finalmente, realizar obras de ejecución de las medidas de ingeniería recomendadas para corregir los defectos de las infraestructuras (medidas preventivas y curativas) y/o reducir las posibilidades de exceder la velocidad (medidas preventivas).