Hasta ahora, el sistema de Seguridad Social tenía que hacer frente a partidas de presupuesto que no le correspondían, como son las prestaciones no contributivas: gastos sanitarios y asistenciales.
A partir de ahora, será el Gobierno quien asuma este gasto con una aportación récord, a través de los Presupuestos Generales del Estado, vía impuestos generales. Las prestaciones contributivas se seguirán financiando con las cotizaciones a la Seguridad Social de empresarios y trabajadores.
La separación de fuentes de financiación de la Seguridad Social supone un hito histórico, como lo fue la creación del Fondo de Reserva.
Ambas medidas constituyen una condición básica para sostener el sistema de Seguridad Social y garantizar las pensiones en el futuro, que el Gobierno socialista había puesto en peligro.
Fátima Báñez: "Es un esfuerzo sin precedentes que debe interpretarse como una apuesta definitiva por la sostenibilidad del sistema".
Con estas medidas, el Gobierno cumplirá en 2013 con dos de las principales recomendaciones del Pacto de Toledo.
La separación de las fuentes de financiación es un objetivo que recoge el Pacto de Toledo desde su primera formulación en 1995 y así quedó establecido en la Ley General de la Seguridad Social. El Gobierno subirá por segunda vez las pensiones, después de que lo hiciera el pasado mes de diciembre como una de sus primeras medidas.
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