"No es presentable hacer la mayor operación de enajenación de activos como están haciendo en la privatización de AENA"

En su intervención, Ayala reprochó a Blanco las cinco ocasiones en las que el Gobierno ha cambiado de modelo aeroportuario desde que lo anunciara en diciembre de 2009, al tiempo que calificó de "febril" el calendario seguido en el proceso de venta del 90,05% de las sociedades concesionarias de los aeropuertos de Madrid y Barcelona, anunciado después de la convocatoria de elecciones generales. 

"Si el Gobierno hubiera actuado así de rápido para abordar la crisis otro gallo nos cantaría, pero por lo visto sólo tenemos interés en privatizar AENA y no en salir de la crisis", dijo el parlamentario popular tras reiterar que la venta de AENA constituye "la mayor operación de enajenación de activos que tenemos en España" y advertir que se hace "en el peor momento, cuando la situación financiera de AENA es débil". 

"El proceso se está haciendo a uñas de caballo -continuó-, cuando la situación es la que es, y cuando Barajas y El Prat tenían que haber sido saneadas antes de ir a este proceso". "Jamás se ha visto un procedimiento tan solapado como el que estamos viviendo", criticó Ayala, toda vez que recordó que han sido los gobiernos socialistas los que con su gestión han puesto a AENA "en números rojos", alcanzando un endeudamiento de 20 veces su Ebitda. "En 2004, AENA tenía beneficios y ahora la van a entregar al próximo gobierno en pérdidas", añadió. 

Y aportó datos: "El funcionamiento de ANEA ha empeorado desde 2004 con la acumulación de una deuda de 13.400 millones, mientras Barajas y el Prat encabezan el ránking de retrasos acumulados en 2011 y mientras las cifras de los dos buques insignias no son de lo más presentables: Barajas tiene pérdidas de 129,14 euros por pasajero mientras que el Prat llega a unas pérdidas de 70,15 euros por pasajeros, muy por encima de la media". 

Y en cuanto a la negociación del Gobierno en la UE en relación con el Corredor del Mediterráneo, Ayala exigió a Blanco que "no se relaje" puesto que "el riesgo en Europa es mucho y que ceder en lo más mínimo en la negociación puede ocasionar perjuicios de desvertebración territorial y desequilibrio en la cohesión de los españoles que no nos merecemos". "Es un riesgo que no podemos correr", concluyó.