El Parlamento Europeo rechazó en 2008 la implantación de los llamados escáneres corporales en los aeropuertos al carecer de garantías sobre sus efectos para la salud y sobre el respeto a la privacidad de los pasajeros.
"Cuatro años después y, en parte, gracias a los avances tecnológicos existen modelos que bajo las pautas que hemos fijado pueden suponer un valor añadido en términos de seguridad para los pasajeros sin que al mismo tiempo se perjudiquen ni su salud ni sus derechos fundamentales", ha explicado el eurodiputado del PP.
Máxima seguridad, pero no a cualquier precio
"El Parlamento Europeo ha buscado garantizar el máximo nivel de seguridad a los ciudadanos pero no a cualquier precio", ha señalado Luís de Grandes. El informe precisa que los escáneres de seguridad que se utilicen ni podrán tener efecto alguno sobre la salud de los pasajeros - es decir, que no podrán ser de rayos X- ni podrán procesar o almacenar imágenes de la persona.
Además, la Eurocámara precisa que cualquier pasajero estará en todo momento en su derecho de rechazar su paso por el escáner, aunque en ese caso deberá someterse a otros controles de seguridad alternativos, que pueden ser más lentos, complicados o incómodos, pero en cualquier caso "es esencial que se facilite por adelantado a los pasajeros información sobre el tipo de controles y sobre sus alternativas", ha explicado el eurodiputado del PP.
Fin de la prohibición de líquidos como muy tarde en abril de 2013
La resolución, que ha contado con el apoyo de los principales grupos políticos de la cámara, exige también a la Comisión Europea que ponga fin como muy tarde en abril de 2013 a la prohibición de llevar líquidos, gel o aerosoles en los equipajes de mano de los pasajeros y hace un llamamiento a los sectores implicados a clarificar la situación actual, ya que no en todos los aeropuertos ni en todos los países se aplican el mismo tipo de medidas.
Luís de Grandes ha explicado que la decisión de terminar de una vez por todas con esa prohibición reside en la garantía de que para esa fecha ya estará disponible la tecnología necesaria para detectar si un pasajero lleva líquidos en su equipaje de mano y si alguno de ellos puede suponer un riesgo para la seguridad sin necesidad de sacarlo en el control.
El Parlamento Europeo espera ahora una propuesta legislativa de la Comisión Europea sobre la que se pronunciarán tanto la cámara como los ministros de Transportes de la UE "porque aunque se pueden decidir estas medidas por comitología entre expertos de los Estados Miembros y de la UE, para un tema tan importante que afecta a la salud y a los derechos fundamentales es mejor mantener un debate público y abierto".
La Eurocámara también advierte que si bien lo deseable es que todos los países de la UE y todos los aeropuertos sigan las mismas normas y que haya una legislación armonizada, o unos estándares mínimos, cualquiera de ellos debe tener la opción de aplicar medidas suplementarias más severas si lo considera necesario.