El portavoz popular en la Comisión del Tribunal de Cuentas, Ramón Aguirre, denunció hoy, tras la finalización de la Comisión de Presupuestos en la que preguntó al Secretario General de Presupuestos y Gastos sobre el plan de austeridad del Ejecutivo, que "hemos asistido a una declaración del Gobierno en materia presupuestaria instalada nuevamente en la improvisación y engañar sobre la realidad, toda vez que siguen sin tener presente que el déficit con el que ha cerrado el año 2009 es del 11,2 cuando se comprometieron con Europa al 1,9".
"Lamentablemente", señaló Aguirre, "España ha pasado a ser parte del problema de la zona euro, tanto por el desequilibrio de sus cuentas públicas como por el precio de la deuda del Estado".
Para el portavoz popular, "el Gobierno no ha querido escuchar ni al Banco de España, ni la Comisión Europea, ni al Ecofin, cuando se le ha pedido insistentemente que haga un ajuste presupuestario para lograr una consolidación fiscal, o cuando le han advertido de un repunte de la prima de riesgo en la emisión de deuda pública, o cuando Europa le ha abierto un expediente de déficit excesivo".
"Siendo cierto que hay varios países con ese expediente, España los supera con creces, no es lo mismo un déficit público entre el tres y el seis por ciento del PIB que tenerlo superando el once y caminando al doce por ciento de forma decidida", afirmó.
Asimismo, Aguirre recordó al Secretario General "que reiteradamente hemos pedido al Gobierno y al PSOE actuar por el lado del gasto, limitando su desbordamiento y propiciando una consolidación fiscal".
EL PSOE RECHAZÓ LAS PROPUESTAS DEL PP
En este sentido, el dirigente popular recordó que "el PP presentó una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado de 2010 para reducir el gasto público en 10.000 millones, que fue rechazada por el Gobierno socialista". Además, el Grupo Popular presentó una moción en el primer trimestre de este año para incrementar al ajuste anunciado por el Gobierno de 5.000 millones en otros 5.000, nuevamente para llegar a la cifra de 10.000, que también fue rechazada por el Gobierno y el Grupo Socialista.
Por si fuera poco, el Grupo Popular también presentó una Proposición no de Ley para lograr que las Comunidades Autónomas se integraran en el proyecto de reducción del déficit público "y, de esa manera, votásemos en esta Cámara el establecer un techo de gasto a las Comunidades Autónomas, y también fue rechazada por el PSOE".
En opinión de Aguirre, el Gobierno "ha rechazado hacer esa consolidación y sólo la va a realizar justo en el momento en que ha recibido una colleja presupuestaria desde un mandato europeo, una reprimenda que ha puesto al Presidente del Gobierno en posición de obediencia, ya que de lo contrario, los recursos europeos no estarán al servicio del rescate de los países que incumplen sus deberes".
Por ello, lamentó que Zapatero, "que ya se distinguió por no reconocer la crisis, ahora no quiera reconocer que es la hora de rectificar su política presupuestaria". "Está reiterando el defecto que ya puso de manifiesto con motivo de la crisis y todo apunta a que volverá a confundirse en el diagnóstico del momento presente, pero Europa no está dispuesta a soportar políticas presupuestarias indisciplinadas".
El portavoz popular denunció que "hoy hemos podido conocer que el recorte de gasto, que anunció Zapatero con motivo del plan de austeridad de los 5.000 millones, no puede ser comunicado en su distribución ministerial al Congreso porque no está realizado todavía por el Gobierno". "Eso nos plantea que los nuevos deberes que se le han puesto al Ejecutivo desde Europa de aumentar ese recorte a 10.000 millones, si hoy no están todavía distribuidos por ministerios y políticas de gasto de los ministerios, mañana cuando Zapatero venga le va a ser imposible decir la verdad sobre cómo va a aplicar este mandato de la UE", aseguró.
"Desconfiamos de lo que Rodríguez Zapatero diga mañana, toda vez que hoy el propio Gobierno a través del propio Secretario General de Presupuestos ha sido incapaz de poder comunicar al Congreso de qué manera se distribuye el compromiso primigenio de recortar 5.000 millones". "Estamos ante otro capítulo de improvisaciones que nos conduce a pensar que el recorte añadido hasta los 10.000 recaerá sobre las Comunidades Autónomas, algo que ya rechazó el PSOE, y una subida en los impuestos especiales", finalizó.