Discurso de Mariano Rajoy
En primer lugar, quisiera saludar afectuosamente a Jaime Mayor Oreja, Vice-Presidente del Grupo Popular Europeo y Portavoz del Partido Popular español en la Eurocámara; a José Ramón Bauzá, Presidente del Partido Popular de las Islas Baleares y Presidente de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares; y quisiera también extender un saludo general a todos los Eurodiputados; uno personal, porque ha sido hoy reconocido muy justamente, Íñigo Méndez de Vigo; también a todo el personal del Grupo y a los asistentes, sin cuyo trabajo y dedicación las cosas no podían ser como son en estos momentos.
En segundo lugar, quiero agradecer al Grupo del Partido Popular la invitación a este evento, así como la elección de esta magnífica ciudad, Palma de Mallorca, y dar las gracias a las autoridades de las islas y de la ciudad, su Presidente, José Ramón Bauzá, y el alcalde de Palma, Mateo Isern, por acoger a esta distinguida delegación del Grupo del Partido Popular del Parlamento Europeo.
Amigas y amigos, es para mí un placer estar aquí hoy con todos ustedes en este acto que contribuye a reflexionar sobre el papel de la Unión Europea en la tarea común de asegurar el crecimiento, garantizar la competitividad y generar empleo en Europa.
Empezaré diciendo lo obvio: que para estos desafíos la Unión Europea es imprescindible. Y digo obvio, porque desde los orígenes del proceso de integración europea hemos tejido un entramado de solidaridad imprescindible para la prosperidad y el bienestar del que hemos disfrutado durante los últimos decenios.
En este sentido, ser miembro de la Unión Europea ha sido, y debe seguir siendo, sinónimo de prosperidad. No quisiera con esto llevar a equívoco o dar la impresión de que la Unión Europea es la solución espontánea a nuestros problemas. No debemos pensar que el bienestar del que hemos disfrutado durante los últimos años es fruto de la casualidad.