"La fortaleza de ETA no se mide en función de los comandos operativos sino de la debilidad de España"

El portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, ha sido entrevistado en el programa "Círculo a Primera Hora" de Telemadrid

Jaime Mayor Oreja durante su conferencia en el Executive Forum
Jaime Mayor Oreja durante su conferencia en el Executive Forum

Usted afirma que esta crisis no es económica, ni financiera, únicamente. Que es una crisis que tiene un tamaño o que tiene un alcance mucho mayor. ¿En qué sentido?

Es una crisis, que yo he dicho muchas veces, de valores. La democracia, desde el año cuarenta y cinco en Europa, lógicamente, se hace vieja. Y, fundamentalmente, significa falta de convicciones, falta de referencias. Significa vivir por encima de nuestras posibilidades. Que es la explicación más clara y profunda de la crisis que vivimos. Eso es una crisis de valores. Y a veces tiene la traducción en ser una crisis económica y financiera. Y otras en ser una crisis nacional. Como lo que se ha producido, ayer mismo, en las elecciones en Bélgica; que confirma que la crisis es más que económica y financiera. La crisis que vive Europa es una crisis más profunda. En España es la exageración de la misma.

El diario "El País" publicaba un editorial durísimo contra el Partido Popular, llamándoles a ustedes irresponsables por estar poniendo en peligro y en riesgo el país, comparando la situación de España con Grecia. Y también, en relación a lo que han dicho ustedes sobre lo que ha pasado en Hungría...

Yo creo que un periódico puede decir lo que crea conveniente. Yo creo que es manifiestamente injusto y arbitrario. La gravedad de la situación tiene, además de las causas internacionales y europeas, un único responsable, el Gobierno, como sucede en todas las democracias. Atacar a la oposición es simplemente estar tratando de cercenar el camino de la alternativa y ayudar al Gobierno. Pero es evidente que está en el derecho de los editorialistas de cada medio de comunicación.

Señor Mayor Oreja, ¿en qué medida lo que ha ocurrido en Bélgica, este fin de semana tras las elecciones, nos tiene que hacer poner las barbas a remojar?

Vamos a recordarlo por si alguien todavía no ha podido leer los periódicos. En Bélgica ha ganado un partido independentista, el Partido Independentista Flamenco. Lo cual marca un hito. Yo no sé si preocupante o no preocupante en el sentido de la pregunta de Esther...

Yo creo que lo van a decir los nacionalistas. El mundo de ETA, el mundo de Batasuna. El mundo del nacionalismo, en su conjunto, van a ser ellos los que van a marcar la trascendencia de ese resultado. Lo que es evidente es que Bélgica ya está viviendo una crisis nacional. Vivió una crisis nacional. Y por eso hubo unas elecciones anticipadas. Pero el resultado de ayer pone de manifiesto que se va a dar un paso de un sistema federal a un sistema confederal. Es decir, para que la gente entienda bien lo que significa. Ahora hay un Parlamento en dónde están todos. Los que son de un signo y de otro. Pero es que ahora van a la existencia de dos parlamentos. Eso significa que en el fondo hay una estrategia más a corto que a largo plazo; y en dónde otros muchos van a tratar de hacer evaporar, como ellos mismos han dicho, la idea de la nación, la idea de Bélgica. No es porque lo diga yo o lo digamos algunos, sino porque nos consta. Bélgica se va a convertir en una referencia para los nacionalistas vascos, catalanes y para el mundo de ETA. Y ellos también no quieren dividir definitivamente, ni romper España. Pero van a decir que hay que dar pasos en la reforma, en una España distinta, una España irreconocible, una España más confederal que autonómica. Ya tienen esa referencia en el corazón de Europa. Lo van a hacer. Lo van a utilizar. No hace falta que lo digamos algunos. No hace falta que nos preocupemos. Lo van a hacer ellos en sus posiciones y en sus estrategias.

Dentro de esto que nos está comentando, ¿se podría ver una iniciativa, en ese sentido, en el hecho de que lo que se denomina la izquierda abertzale, para mí los proetarras clarísimamente, están intentando ir agazapados en las siglas de Euska Alkartasuna en las próximas municipales? ¿Ésa va a ser una prueba de fuego importante?

Ésa va a ser una prueba de fuego muy importante, es decir, la manera en la que ETA aterrice en los Ayuntamientos y en las instituciones del País Vasco.

¿Usted está convencido de que lo va a hacer?

Yo tengo la certeza moral de que estamos en la segunda parte de un proyecto de solución de conflictos; que arrancó en la primera Legislatura, con Zapatero a la cabeza, y que significó una mesa de negociación abierta entre ETA y el Gobierno. Ahora estoy seguro que vivimos la segunda parte. Que por propia naturaleza, es distinta que la primera. Son los mismos jugadores. Pero los tiempos son distintos, los modos son diferentes, las tácticas y las estrategias son distintas. Pero estamos en la segunda parte de ese proceso. Ahora no hay una mesa, probablemente, de negociación entre ETA y Gobierno. Hay unos mediadores internacionales, que sobre unos principios acordados entre el Gobierno y ETA, están desarrollando el mismo papel que la mesa. Y esos mediadores internacionales, de momento, han llevado este debate al Parlamento Europeo. Y el veintinueve de marzo han llevado una declaración...Por cierto, avalados por uno de los líderes del partido radical de los flamencos. Ésa es la situación que vivimos. Yo estoy convencido que ese proceso está abierto. Y esa negociación encubierta, ese proyecto de resolución de conflictos, es una realidad en su segunda parte, en su segundo formato.

Según venimos publicando algunos medios de comunicación, entre ellos La Gaceta, la formación trampa, esta vez, para que ETA pueda colarse en las instituciones, va a ser Aralar. Quería saber su opinión. En cuanto a los mediadores internacionales, efectivamente, a la vista de cómo han actuado, de esa declaración, de que luego nos hemos enterado de que, para ellos, la respuesta adecuada del Gobierno a una supuesta entrega de las armas por parte de ETA sería una legalización de Batasuna y un acercamiento de presos. Yo le pregunto, ¿se les puede calificar de mediadores neutrales o son mediadores de parte?

La primera parte para que no me pierda yo en la respuesta. Puede ser Aralar, perfectamente. Puede ser Eusko Alkartasuna, también. ¿No lo tendrán decidido del todo? No lo tendrán decidido del todo. Ellos están en un proceso abierto. No está todo decidido. Pero lo importante es que necesitan un soporte en ese polo soberanista, polo independentista, para que ETA aterrice. ¿La manera? ¿El método? No lo sé. Yo también apunto a que Aralar va a jugar un papel más relevante que Eusko Alkartasuna. Pero eso no deja de ser un pronóstico. No un diagnóstico de lo que yo creo que está sucediendo. Respecto al papel de los mediadores internacionales. Los mediadores internacionales que han firmado ese documento, al que antes he hecho referencia, en el mes de marzo en el Parlamento Europeo, son un elemento esencial de esta mediación, de este diálogo, de esta negociación. Esos mediadores internacionales van diciendo a cada una de las partes, determinados gestos que pueden facilitar y favorecer el proceso. Pero ya han marcado la hoja de ruta en ese documento que suscribieron en el Parlamento Europeo, ese veintiséis de marzo. Han internacionalizado el conflicto. Y la única reflexión que hay que hacer es que es imposible que sólo ETA haya podido movilizarlos. No se movilizan a tantas fundaciones, premios Nobeles, sin un visto bueno del Gobierno. Y lo que es evidente es que esos mediadores internacionales, ahora, se irán indicando el camino. Pero esto pasa hoy por una ficción. Y es que se tienen que inventar la existencia de la izquierda vasca. Eso es lo más importante para entender lo que hoy estamos viviendo. Se trata de decir que hay una izquierda vasca distinta de ETA, de que hay una izquierda vasca independiente. Ésa es la gran mentira del momento. Eso es lo que están favoreciendo los mediadores internacionales. Ésa es la clave de la existencia de este proceso. Lo grave no es que lo hagan ellos. Lo grave es que el Gobierno de España, muchas veces, está diciendo que hay una parte de ETA que se está rebelando frente a otra. Eso es lo que es la ficción, la mentira del momento.

De todas formas, señor Mayor Oreja, sí parece que, en estos momentos, la banda terrorista ETA está pasando por sus peores momentos. Hoy mismo y toda la portada de "La Razón" la ocupa esta noticia: "Alta traición en ETA. Thierry entregó a Txeroki a la Policía". Realmente, ¿se está desmembrando la banda terrorista ERA? Esto que nos refleja hoy "La Razón", ¿es una realidad? ¿Están unos miembros traicionando a otros? ¿Estamos ante el desmoronamiento de este grupo terrorista o no?

Lo primero que habría que preguntarse y responderse es qué es ETA. ETA es una organización terrorista. Pero es mucho más que una organización terrorista. ETA es un proyecto político que se asienta en la territorialidad y la independencia de esos territorios del País Vasco. El proyecto político de ETA hace que, a veces, su fuerza esté en los comandos. Y en otras ocasiones, su fuerza está en la política. Si la situación de España está muy debilitada, ETA querrá estar en la política. Si hay referéndums de autodeterminación en Cataluña, si hay un Estatuto de autonomía de Cataluña que no se sabe exactamente dónde está, si hay una crisis institucional importante, ETA creerá que con Zapatero, su proyecto tiene más posibilidades que nunca de alcanzar sus objetivos. Por eso hoy ETA está en la política porque España está muy mal. Y porque se producen las condiciones para avanzar políticamente en esos objetivos de confederación, de autodeterminación, como pasos previos a la independencia. Por eso, la fortaleza de ETA no se mide en función de los comandos que tiene operativos. La fortaleza de ETA se mide en base a la debilidad de España. Que ése es, la destrucción de España, el objetivo de una organización como ETA.

Y sin embargo, ¿Por qué ese problema? Me explico. Durante muchos años hemos dicho todos que lo que queremos es que ETA deje las armas y que se conviertan, estos señores, en alguien más razonables, personas normales, por lo menos. Parece que ya eso puede ocurrir en este momento. Es decir, que ETA deje las armas y entonces se pase a terreno político. ¿Cuál es el problema entonces? ¿No estamos ante una solución?

Estamos ante una negociación, ante un proyecto de resolución de conflictos. A mí me parece fenomenal como hicieron miembros de ETA que llevaron la vía política. Yo lo que no puedo abrir es un proyecto, no creo en él, de resolución de conflictos por la vía del diálogo y de la negociación, antes que después, para que esas personas, en el fondo, aterricen en las instituciones. Yo es lo que creo que no hay que hacer. Y, sobre todo, lo que no se puede es mentir a los españoles. A parte que creo que es ineficaz, en mi opinión. Lo que sí creo es que, además, si eso es así, lo terrible es por qué no se dice claramente. ¿Se puede aplicar el modelo de Irlanda del Norte al País Vasco? Si algunos lo creen, vamos a abrir un diálogo. Vamos a llamarles a través de ese diálogo y de esa negociación. Pero lo que no se puede es decirle a los españoles lo contrario de lo que se está haciendo. No atreverse a decirles lo que están haciendo. Es decir, una vez la ficción, la mentira, la falsedad, para tratar de engañarles. Eso es lo que, en mi opinión, es un disparate y es un error histórico para España.

¿Usted cree, señor Mayor Oreja, que el Gobierno de Zapatero nunca ha dejado de negociar, de hablar o de ver si hay agua en la piscina, no sé cómo calificarlo, con ETA? Eso por un lado. Usted dice que ETA no está en los comandos, sino que está en la política. Dicho así, es tremenda la afirmación. Dentro de esto, ¿se enmarca el gesto que tuvo Garzón con Díaz Usabiaga? Y que le puso en libertad para cuidar a su madre. Hoy mismo, "El Mundo" nos dice clarísimamente que ve a su madre durante una hora al día...

Yo creo que hay gestos que acompañan a esto que yo denomino proyecto de resolución de conflictos. Es decir, una negociación encubierta. Lo que yo no sé es si de la misma manera que yo no sé contestarle si Eusko Alkartasuna o es la plataforma Aralar la escogida, no sé tampoco cuáles, qué gestos concretos son los que han impulsados. Pero que hay gestos, seguro. Y que algunos de estos son gestos decididos por la estrategia del Gobierno, no tengo ninguna duda. Y, probablemente, la que usted apunta es uno de esos gestos a los que yo me acabo de referir. Pero yo vuelvo a insistir. Lo importante es comprender que Zapatero, su proyecto pasa por un proyecto de resolución de conflictos. Es decir, por un diálogo, por una negociación con ETA. Y eso que así arrancó la Legislatura, ese proyecto continúa vivo. Lo que pasa que con otro formato en esta segunda Legislatura. Pero forma parte de su proyecto. Es como el laicismo radical. Forma parte de su proyecto. No es cortinas de humo. Forma parte de su proyecto. De la misma manera que forma parte de su proyecto una de idea de España como nación irreconocible, una idea de la nación discutida y discutible. Eso es la esencia de su proyecto. Y esto tiene su expresión en el País Vasco, en la resolución de conflictos. No caben sólo los movimientos constitucionalistas en las víctimas. Hay que hacer un proceso de resolución de conflictos con ETA. Es la esencia del proyecto de Zapatero.

Señor Mayor Oreja, el marzo pasado y para contrarrestar aquellas declaraciones suyas, en las que usted dijo que ETA y el Gobierno eran aliados potenciales y que causaron un revuelo enorme, el señor Rubalcaba anunció un endurecimiento de la Ley Electoral. De manera que, según dijo él, un partido que fuera ilegalizado, por no condenar la violencia entre otras cuestiones, se pudiera elegir a sus cargos electos que devolvieran el acta. Cosa que no ocurre ahora con ANV, por ejemplo. Sin embargo, de aquel anuncio, de aquel compromiso del señor Rubalcaba, nunca más se supo. ¿Fue un farol del señor Rubalcaba? ¿Cree usted que su partido, el Partido Popular, debería instar de alguna manera al Gobierno o al ministro del Interior a acelerar el compromiso de hace apenas dos meses?

Yo creo que el proyecto que tenemos delante de nosotros es de una envergadura política de primera dimensión. Y para mí, en las circunstancias que vive España, con la crisis nacional que vivimos, es jugar con fuego en este sentido. Pero yo quiero decir que este proceso político, como antídoto, no puede tener una medida administrativa, una medida legal, una medida aislada. A un proceso de alto contenido le hace falta un proyecto político en frente de alto contenido; no una medida más fuerte, menos fuerte en el orden administrativo. En si yo voy a cambiar un artículo para endurecer la posición del Gobierno, respecto de la ilegalización de las siglas. Hace falta todo un compromiso político y decir "yo no voy a dialogar con una organización terrorista, nunca".

Es decir, ¿fue un farol del señor Rubalcaba?


Yo creo que fue una medida para tratar de paliar lo que podía haber significado un daño a la oscuridad que, en mi opinión, pretende introducir, en un momento determinado, el Gobierno con este proyecto.

Dice la presidenta de la Asamblea vasca, Arantxa Quiroga, que es de su partido, que estas afirmaciones que usted hace, no ayudan al buen funcionamiento del pacto que hay para gobernar entre Partido Socialista y el Partido Popular. Si realmente esas negociaciones se están llevando a cabo y se están llevando a cabo a espaldas del Partido Popular, ¿ese pacto realmente peligra?

Yo tengo sólo un compromiso. Es decir la verdad de lo que está pasando. Yo no entro en si viene mejor a uno o a otro. Yo creo que lo grave es colaborar con la mentira, con la falsedad y con la ficción. Si yo estoy convencido de que es una ficción y una falsedad, mi obligación es decirlo y explicarlo. Aunque pueda tener críticas o incomprensiones. Porque la verdad nunca es mala. Decir la verdad, atreverse a decir la verdad no es nunca inoportuna. Yo creo que decir siempre la verdad es lo más oportuno siempre en la vida y en la vida política también. Pero, en cualquier caso, es evidente que el Partido Popular es el que tiene que administrar esta situación. Mariano Rajoy hace bien diciendo que la posición que se adopte finalmente en los Ayuntamientos e instituciones vascas, respecto de ese mundo, va a ser determinante para el Partido Popular. Hace muy bien. Los que están en el País Vasco tendrán que determinar cuál es la respuesta ante un hecho, si se comprueba definitivamente esta situación. Pero lo que no hay que tener miedo en la política nunca es a atreverse a decir la verdad. Si el PNV hizo un pacto con ETA, hay que atreverse a decirles, "ustedes están haciendo un pacto con ETA, alrededor del Pacto de Estella". Si la tregua es una tregua trampa, hay que atreverse a decir, "hay una tregua trampa". Si el señor Zapatero negoció con ETA escondiéndolo en la primera Legislatura, hay que decir, "el señor Zapatero está negociando con ETA". Y si ahora está tratando de engañar a los españoles, hay que decir, "está tratando de engañar a los españoles porque no tiene el coraje de explicar en qué consiste su proyecto político".

¿Cuáles serían las líneas rojas que no deberían traspasarse para que el Partido Popular no rompiera ese pacto con el Partido Socialista?

Eso ya tiene que ser el Partido Popular del País Vasco, el Partido Popular, los que están en la política nacional, los que digan exactamente la concreción de esas líneas.

Mariano Rajoy lo que sí dice es que usted está muy informado en el tema de ETA. Y no suele hablar a humos de pajas. Por lo tanto, con toda esta bronca que se organizó, como recordaba Maite hace un momento. La democracia tiene que ser generosa. Y si hay una entrega de armas al estilo tradicional...Porque siendo usted ministro se acercaron presos, por ejemplo. Usted, ése tema también sabe lo que es. Aznar habló del MLNV famoso y que siempre se le recuerda. Es decir, la democracia, si al final la banda entrega las armas al estilo tradicional, por decirlo de alguna manera, ¿debe ser generosa o no?


Es que ETA no está en desaparecer. ETA está primero en aterrizar. Y luego, la segunda parte es en insistir en la apariencia del final. Pero ETA, su vocación no es desaparecer. Tutelará un proceso político. Un proceso político en el que, evidentemente, busca la autodeterminación. ETA puede cambiar de método, puede cambiar de personas, de dirigentes. Puede cambiar de aliados; reales o potenciales. Lo que no cambiará nunca es de objetivos y de proyecto. ETA, hasta que no fracture España, no desaparecerá. ETA tutelará con la apariencia que se quiera de final al Gobierno de España que quiera a ETA. En este caso, el proyecto de Rodríguez Zapatero. Ése es el papel de ETA. Entonces, si usted plantea términos de generosidad, yo le digo que no voy a ser generoso nunca con una organización como ETA; que lo que quiere es la autodeterminación y la independencia de una parte del territorio de España.

Yo quería preguntarle por dos mujeres. Una es María San Gil. Quería saber si tiene usted noticias. Y si cree, ya sé que es una pregunta recurrente y que suelen hacerle muy a menudo, si cree posible la vuelta de María San Gil a la política. La otra mujer es Rosa Díez. Hay quien opina que si, efectivamente, el asunto de la negociación vuelve al primer plano de la actualidad política en la campaña electoral de 2011, el discurso siempre coherente de Rosa Díez en materia antiterrorista, puede hacerle cosechar muchos votos. Y por lo tanto, arañar votos tanto al Partido Popular como a Partido Socialista. ¿Cuál es su opinión?


Primero, con María San Gil yo tengo una relación perfecta y permanente con ella. Tengo siempre una especial admiración por ella. Creo que es de las personas que son distintas, que son diferentes. Y yo siempre tendré no solamente admiración, sino cariño y respeto hacia María. Y con ella tengo un contacto normal, permanente y frecuente. Respecto a Rosa Díez, yo tampoco he escondido nunca. Yo he coincidido muchas veces con las posiciones de Rosa Díez. También Rosa Díez coincide con mis posiciones. Ahora, por ejemplo, en esta materia, Rosa Díez se ha sumado a lo que algunos diagnosticamos en su momento. Quiero decir que aquí no hay, en ese sentido, una sigla concreta determinada que ha diagnosticado. Algunos ya lo hemos diagnosticado antes. Dicho con todo el respeto y con todo el afecto hacia la figura de Rosa Díez. Y eso ha sido dentro del Partido Popular. En cualquier caso, yo lo que deseo es que España pueda superar la crisis, una de las crisis que a mí más me preocupa; que es la crisis nacional.

Siguiendo en el País Vasco pero ya trayéndonoslo a un terreno más hacia el centro del país. Zapatero necesita desesperadamente el apoyo del Partido Nacionalista Vasco tanto para aprobar la reforma laboral, que nos va a anunciar pasado mañana, como para sacar adelante los Presupuestos. Ahora le voy a hacer yo la pregunta doble. ¿Esto cuánto nos va a costar en dinero? Por un lado. Y en otro, ¿qué contraprestaciones políticas puede haber ahí en ese intercambio?

Lo importante sería que la reforma laboral que plantease Zapatero fuese una reforma seria, profunda, capaz de generar y crear empleos. Eso es lo más importante. Luego que lo pacte con el PNV, con Convergencia o con quien sea, es lo de menos. Lo grave es que no se haga de cara a la urgencia del momento, a que el diecisiete de junio, cuando nos examinen en el ECOFIN o en el Consejo Europeo, Zapatero pueda salir del paso. A mí eso es lo que me inquieta; la falta de visión de política de fondo de las circunstancias que vivimos en España. Entonces, a mí lo que preocupa de la reforma no es si la pacta o no con el PNV. A mí lo que me preocupa es la falta de raíz, la falta de entidad de una reforma esencial para el futuro de España.

Por lo que sabemos de esa reforma que conoceremos, como digo, el próximo miércoles, cuando el presidente la presente ya en sociedad...Por lo que conoce, repito, ¿usted cree que esa reforma es la que necesita nuestro país y la que nos exigen desde fuera de nuestro país?

Yo, de momento, no la conozco. Porque, entre otras cosas, todavía el Gobierno la tiene que aprobar en Consejo de Ministros el miércoles. Desde luego, las primeras reacciones que he visto de los que han conocido los primeros borradores, por ejemplo, la posición de los empresarios, ciertamente ha sido muy significativa; diciendo que esto no es una reforma importante y que es una reforma light que no resuelve nada. Que parece que es más un gesto cosmético. Pero yo no puedo todavía dar una opinión de una reforma que yo todavía desconozco y que, evidentemente, serán los portavoces del partido en materia económica, en su momento, los que deben dar su primera posición.
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Donde sí parece que va a haber reforma y ayer conocíamos las líneas maestras es en la nueva Ley de Libertad Religiosa. Una Ley en la que parece que se habla de que el país parece que tiene que ir avanzando a la laicidad, cuando nuestra Constitucional habla de aconfesionalidad; que no es lo mismo. Yo no sé si una cosa es coherente con la otra e incluso si es compatible con la otra.

Es coherente con el proyecto de Rodríguez Zapatero. Esto no es una cortina de humo. Esto es la parte esencial del proyecto de Rodríguez Zapatero. Y es evidente que lo inquietante es que Rodríguez Zapatero va a tratar de llevar su proyecto hasta el final. No se va a ir Rodríguez Zapatero. Rodríguez Zapatero, lo único que sucede ante la catástrofe económica y social que tenemos, va a poner el acento en otras partes de su mismo proyecto. Pero que, evidentemente, hoy todavía no han culminado en la chapuza, Y por eso va a seguir incidiendo en la resolución del conflicto con ETA y va a seguir incidiendo en ese proyecto laicista radical para España. Todo esto es una catástrofe para España en su conjunto. Es una crisis total. Nos está llevando a la crisis total. Pero es evidente que va a seguir hasta el final. Pero, sin duda, no es simplemente una cortina de humo, es una parte esencial de su proyecto. Eso que dice el Papa del relativismo, tiene su expresión también en la resolución del conflicto de ETA y en el tema de los valores morales aunando en la crisis de valores a lo que yo me he referido hace pocos minutos.

Como ve, todas las encuestas dan mayoría absoluta al Partido Popular. Pero hay mucha gente que dice que no se puede confiar en Rajoy. El propio Felipe González decía que dos años son una eternidad. ¿Usted cree que la estrategia de instalarse en el "NO", ha dicho no al tijeretazo, ya veremos a la reforma laboral, le puede perjudicar a Mariano Rajoy? ¿Usted le ve como inquilino en La Moncloa en dos años?

Yo creo que fundamentalmente...A mí lo que más me preocupa no es que en un momento determinado digamos que no o nos abstengamos ante unas iniciativas de Zapatero. Todo eso ya es discutible. Zapatero y la crisis que conlleva, nos arrastran un poco a todos a la crisis. Es un proyecto que nos lleva a la crisis. Pero nos lleva a la crisis a todos. Por eso esa crisis de confianza hacia los políticos hoy. Pero a mí lo que más me importa del PP es que estemos convencidos de que no basta con sustituir a Zapatero; que nos deja una sociedad que necesita unas altísimas dosis de regeneración en el terreno moral, en el terreno nacional, en el terreno político. Entonces, yo creo que el Partido Popular, lo importante del PP no es tanto su posición concreta respecto de una medida de Zapatero. Tenemos capacidad de presentar un proyecto regenerador. Porque hoy la peor crisis que tenemos los políticos es la falta de confianza. Hemos perdido la confianza de la gente. Nunca hemos tenido tal nivel de descrédito. La gente no cree en nosotros. Y este hecho es lo más grave que le puede suceder a un hombre en la vida pública. Esa tarea de regeneración, de ser ejemplo, de ser referente, de producir y suscitar una cierta admiración, de suscitar respeto, es el gran reto.


Señor Mayor Oreja, hay mucha gente que considera que hace falta gente como usted en la política nacional. Le quiero preguntar si tiene intención de volver. Y, en cualquier caso, si se ve en un futuro Gobierno de Mariano Rajoy.

Yo estoy donde estoy. Yo no dejo de decir lo que pienso en momentos determinados. No tengo ninguna ambición de carácter personal. No me planteo ninguna estrategia de ámbito personal. Estoy el tiempo que quieran los españoles; que me aguanten, que me soporten y que puedan escuchar mis opiniones. No tengo ya, por razones lógicas y obvias, ninguna ambición de carácter personal en el ámbito político español.