La subida de impuestos anunciada ayer por Zapatero, durante una rueda de prensa en la Cumbre UE-América Latina celebrada en Madrid, es una actuación más de un gobierno a la desesperada que toma medidas desde la improvisación.
En una época de incertidumbre como la que está viviendo España, el alza de los impuestos perjudica el consumo y el ahorro, lastra la inversión y por lo tanto la creación de empleo. Además estamos asistiendo a un espectáculo de improvisaciones y desautorizaciones de Zapatero a sus ministros y de contradicciones consigo mismo que tienen desconcertados a los españoles.
Sería además la cuarta subida de impuestos del gobierno de Zapatero en esta legislatura: en 2009 fue la subida de los impuestos de gasolina y tabaco; la segunda en enero de este año, el IRPF; la tercera en julio de 2010, el IVA y la cuarta, la anunciada ayer, de la que no conocemos ni contenido ni fecha.
"Subir los impuestos a los que más tienen" significa a todos, especialmente a la clase media. La supresión de los 400 euros del IRPF, la subida del IVA, y la subida del tabaco y la gasolina está gravando a los menos favorecidos. El anuncio de Zapatero siempre perjudicará, especialmente, a la clase media y trabajadora de este país.