La fiesta ha terminado

Por Pío García-Escudero, portavoz del PP en el Senado, extraído de su intervención parlamentaria del 9 de febrero

Pío García Escudero durante su intervención en la inauguración de la XV Interparlamentaria
Pío García Escudero durante su intervención en la inauguración de la XV Interparlamentaria

De repente todo se ha vuelto en contra. Además, tras el terrorífico dato de la EPA, 130 000 nuevos parados en enero, 275 000 cotizantes menos a la Seguridad Social, 800 000 parados que se van a quedar sin prestación en los próximos meses, y déficit del 11,4% en 2009.

Se encienden las alarmas en los mercados internacionales, cae la bolsa y no viene Obama.  Y cunde el pánico. Y ahora de golpe hay que recuperar la confianza dentro y fuera. Ahora, de manera espasmódica, hay que hacer reformas: de las pensiones, del mercado laboral, recortar el gasto público, reducir el déficit... Hay que evitar, como sea, el contagio con Grecia y con Portugal, donde ya el pérfido comisario Almunia nos está situando en la segunda división europea. Nuestra credibilidad está bajo mínimos. ¿Se dará cuenta Zapatero de lo que ha hecho? ¿Dónde está aquella España que heredó, que era el motor económico de Europa y que creaba más empleo que nadie?

Y es que se lo llevamos diciendo desde hace tres años. Nosotros, el Banco de España, el Fondo Monetario Internacional, todos los organismos nacionales e internacionales. Todos le decíamos que había que hacer reformas, que había que preparar el futuro, pero él, desde su soberbia, lleva tres años despreciando exactamente lo que ahora anuncia que va a hacer deprisa y corriendo.

Ahora toca ajuste duro: subir impuestos, bajar pensiones, bajar salarios, recortar inversión en infraestructuras, recortar 50.000 millones de euros en gasto público en tres años, recortar 5 000 millones de euros en unos presupuestos que se han aprobado hace escasamente un mes y que incrementaban un 17% el gasto público.

¿Va en serio con esta reforma el señor Zapatero? ¿Va a ser capaz? ¿Sabrá hacerlo? El plan de ajuste que ha presentado ante la Comisión Europea, ¿es otra improvisación? ¿Es otra operación de maquillaje cortoplacista?

Y es que la situación es desoladora. Porque lo que había antes era una sensación de desgobierno, pero lo que hay ahora es una auténtica sensación de alarma y de caída libre de un Gobierno que va dando bandazos como un pollo sin cabeza; de un Gobierno en manos del desconcierto, de la improvisación, del caos, de la torpeza; de un Gobierno que no inspira la más mínima confianza ni dentro ni fuera, sin rigor político, sin proyecto político, sin claridad de ideas, sometido a una presión fortísima, y es que la imagen de España está cayendo por horas.

Y ahora, ante el desconcierto general, cuando Zapatero anuncia que su discurso es el ajuste duro, ¿con qué credibilidad se lo va a explicar a los españoles? ¿Es que ha traicionado el que era su discurso hasta hace veinte días, o se trata de poner el intermitente y de seguir recto hasta que nos estrellemos?

Se acabó la fiesta. Seis años perdidos. Retroceso de lustros. ¿Quién nos devuelve estos seis años? ¿Quién nos devuelve el futuro? Es el momento de recordar aquellas palabras premonitorias de Mariano Rajoy en el año 2008: "Y cuando se apaguen las luces de la fiesta y haya que apretar los dientes, señor Zapatero, el único que estará a su lado, seré yo". Que se deje ayudar de una vez por todas.