Entrevista Jorge Moragas

Hemos hecho un esfuerzo y hemos intentado enriquecer esa agenda de trabajo con un catalogo de contenidos Queremos evitar que la presidencia pueda convertirse en una especie de fotogalería a mayor gloria del señor Zapatero. Creemos que hay que aprovechar el momento para que España saque la mayor rentabilidad posible de esta presidencia.

Ahora mismo, de cara a los próximo 6 meses desde el PP, ¿piensan que el señor Rodríguez Zapatero va a ser capaz de ejercer un liderazgo real, político más allá de las imágenes en esta complicada Europa comunitaria que estrena formato con un presidente permanente?

A nosotros nos gustaría que el presidente Zapatero, que no deja de ser presidente de España y en ese sentido nos representa o debería representarnos, ejerciese la presidencia de acuerdo a ese catálogo de contenidos que hemos aprobado en el Parlamento. Aquellos que queremos y que creemos que asumiremos las responsabilidades del Gobierno, debemos trabajar para que esta presidencia deje un legado asumible para un Gobierno del PP lo antes posible.

En el año 2002, es decir, la anterior presidencia española de la Unión Europea, si no recuerdo mal, estaba usted en el gabinete de presidencia en la Moncloa...

Correcto. Yo tengo una ligera experiencia como diplomático en la presidencia en el año 95, primero, en el departamento de protocolo y organizaba los viajes del entonces presidente Felipe González. Luego ya, en el año 2002, coincidí con la presidencia española de Aznar y del Gobierno del PP. Conozco lo que son las presidencias y creo que son momentos importantes para un país como el nuestro.

En ese sentido le quería preguntar ¿existe la tentación real objetiva desde el Gobierno de utilizar políticamente, una presidencia de la Unión Europea?

Bueno entrar en el terreno de las intenciones ocultas o no ocultas del Gobierno no es un ejercicio fácil, ni es demasiado científico. No le quepa duda, ahora nos encontramos con un Gobierno en franca decadencia en términos de opinión pública.

Esta mañana hemos hecho un repaso, hace unos minutos, de la prensa europea de cómo se aborda estos días la presidencia europea de la unión y le aseguro no es nada halagüeño, empezando por el calificativo de "sosoman" para el señor Zapatero y siguiendo por otros muchos calificativos ¿realmente el crédito internacional de Rodríguez Zapatero es tan complicado?

El crédito internacional de Zapatero no es demasiado abultado, esa es mi opinión. La política exterior, la posición de España y los compromisos de Zapatero no son las propias de un líder bien forjado en estas líneas internacionales, que no son fáciles, ya no sé si es porque a él no le atrae la cuestión o simplemente por un problema de déficit de talento. En todo caso, lo que sí que es cierto es que la política exterior durante estos tiempos se ha caracterizado por la "rendición preventiva" . Es decir, en esa rendición preventiva de las posiciones tradicionales de España a cambio de una foto o una reunión...En todo caso, yo creo que de lo que se trata es no tanto hablar de Zapatero, sino, de España como país a lo largo de esta presidencia.

Vamos a cambiar de asunto si le parece. Tenemos que hablar evidentemente del Yemen, de ese peligro constante del terrorismo internacional; hace unos días el atentado fallido de Detroit, del cierre de las embajadas de EEUU y del Reino Unido en Yemen y lo que se dice "la congelación" de la embajada de España. ¿Usted piensa que estamos más cerca de una psicosis general o estamos más cerca de una realidad, de un peligro que vuelve otra vez a la primera línea?

Nosotros creemos que el peligro nunca había desaparecido. Otra cosa es que otros, en este caso pues el presidente Zapatero, hayan articulado sus discursos almibarados, como los de la Alianza de Civilizaciones, y hayan intentado ocultar lo que siempre ha estado ahí, que es la existencia de un enemigo radicalizado y fanático que bajo el epígrafe de Al Qaeda, se esconde ya no solamente en las montañas de Afganistán y Pakistán, sino que se encuentra en el Sahel y en la zona del Magreb. También ahora vemos que Yemen, y no lo desconocíamos porque eso ya lo sabíamos, es un refugio de terroristas y, en definitiva, que la amenaza del terrorismo yihadista nunca había desaparecido. El enemigo existe y lo lógico es que lo combatamos, eso sí, con mucha mayor eficacia de lo que se está haciendo ahora porque se han producido una serie de errores y un déficit, digamos de coordinación, en materia de información, que creo que hay que mejorar francamente durante los próximos meses.