Zapatero tiene un problema, y es que ya le conocen la mayoría de los españoles. Y a base de tanto disfrazar las cosas, su crédito político está bajo mínimos; y sus mensajes, en lugar de transmitir confianza, lo que transmiten es cada vez más desconcierto y, en algunos casos, hartazgo. Porque nadie entiende el proyecto de presupuestos que acaba de aprobar y que es una monumental antología del disparate.
Él ha dicho que se trata de no hipotecar el futuro y que hay que cumplir el Pacto de Estabilidad en el año 2012, pero resulta que hoy estamos gastando más del doble de lo que ingresamos. ¿Y cómo hace para no hipotecar el futuro? ¿Con austeridad o reduciendo gasto corriente? No, al contrario: con la mayor subida de gasto no financiero de la historia, 27.000 millones de euros, más del 17% de incremento, y con gasto adicional, un descuadre del 22% en el año 2009.
En cuanto a la deuda pública, en el año 2010 vamos a superar el 60% del PIB fijado en el Plan de Estabilidad. Por lo tanto, gasto descontrolado, deuda descontrolada, déficit descontrolado. Conclusión, lo de siempre: una nueva y progresista subida de impuestos y la estampita de otro esfuerzo solidario, la solidaridad del embudo: Zapatero y su Gobierno despilfarrando en la parte ancha y los ciudadanos estrechándose con más impuestos.
Pretende convencernos de que el subidón de impuestos es el único camino posible para salir de la crisis, garantizar las prestaciones sociales e iniciar un nuevo modelo productivo, todo ello en el mismo lote. Luego le pide a sus ministros y a su partido que hagan un esfuerzo pedagógico, y no les sale, porque esa mercancía no hay quien la compre.
No hay peor momento para una subida de impuestos que el actual, con la economía ralentizada. Lo que se necesita son estímulos para reactivarla y no frenarla más. Más impuestos es igual a menos consumo, igual a cierre de empresas, igual a más paro -80000 nuevos parados en septiembre. Así no se acorta la crisis, así se prolonga. Además, lo que va a conseguir es que baje la recaudación y que aumenten la economía sumergida y el fraude fiscal, como le están avisando todos los expertos.
Otra incoherencia: el famoso nuevo modelo productivo, del que sabemos bastante poco. Menos cemento y más conocimiento es una de sus fantásticas frases. ¿Es ir hacia el conocimiento dejar el 32% del presupuesto del Ministerio de Ciencia e Innovación sin ejecutar este año? ¿Lo es recortar un 15% para el año próximo? ¿Lo es recortar un 10% los fondos de aplicación de la LOE?
Y él dirá que siempre nos queda la política social. Pero es momento de decirle a él que deje de una vez de utilizar los parados para tapar sus malas gestiones, porque eso sí que es de muy mal estilo. Que deje de presumir de pagar las prestaciones por desempleo, porque esa es su obligación, no su mérito, y es el derecho que tienen ellos. Y que piense que cada nuevo parado es una prueba más del absoluto fracaso de su política económica.
Reformas. Él nos dice: No hago reformas porque protejo a los trabajadores y a los parados, confundiéndolo todo interesadamente. No es lo mismo adoptar las ineludibles políticas sociales que adoptar las ineludibles medidas de creación de empleo, que son las que Zapatero no adopta.
Porque da la sensación de que el presidente ha tirado la toalla frente al aumento del desempleo. Y si no, ¿cómo se pueden presentar unos presupuestos en los que se contemplan para el año que viene 300 000 nuevos parados y ni una sola medida de creación de empleo? Hay quien piensa que lo único que le importa no es tanto la paz social sino que le dejen en paz.
Presupuestos. El año pasado, en el Senado, se vetaron unos presupuestos por irreales y por ineficaces para afrontar la crisis y frenar el paro. El tiempo nos ha dado la razón, porque falló el Gobierno en todas las previsiones. Los ingresos han sido un 18% menos que los previstos y los gastos un 22% más, y así nos ha ido. Ahora vienen con otros presupuestos con los mismos vicios, pero adobados con la subida de impuestos más grande de toda la historia. Previsión de subida de ingresos: 21% más que este año; recaudación por IRPF: un 7,2% más; recaudación por IVA: un 26% más.
Con los antecedentes que tenemos ¿quién se puede creer estas cifras? Yo anticipo que, igual que el año pasado, mi grupo, por responsabilidad -o como a él le gusta decir, arrimando el hombro- va a vetar también este año los presupuestos del próximo año en esta Cámara.
Porque entendemos que es posible adoptar reformas eficaces sin subir los impuestos; que es posible crear empleo, que es la mejor política social; que es posible salir de la recesión al mismo tiempo que los demás y no los últimos; que es posible hacer las cosas de otra manera y mejor. Y entendemos que eso es arrimar el hombro, y lo que Zapatero viene haciendo, desde hace tiempo, es encogerse de hombros.