La portavoz del PP en el Senado denuncia que con el acuerdo entre el PSOE y Junts, “ya no es Cataluña quien se va de España; es España, es el Estado, quien sale de Cataluña”
La portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Alicia García, asegura que el ‘Pacto de la Xenofobia’ que el presidente del Gobierno ha regalado a Junts “reactivará un nuevo procés con Sánchez de títere del separatismo”.
“Ya no es Cataluña quien se va de España; es España, es el Estado, quien sale de Cataluña con los españoles de paganos”, asevera.
Subraya que la cesión del control de fronteras “es inconstitucional y contrario al Pacto de Migración y Asilo firmado con Europa”.
“Son ustedes un peligro para España y Europa”, remarca García, quien afirma que “no se puede pedir unidad a Europa mientras se destruye la de España, como tampoco se puede apelar a la legalidad internacional quebrando el Estado de derecho”.
“¿Cómo van a defender las fronteras de Ucrania si no garantizan las de España?”, interpela al ministro Bolaños.
Señala que este pacto “es un compendio del sanchismo en tres fases: negación, claudicación y discurso cínico”.
Denuncia que “lo inconstitucional se torna en deseable y beneficioso si Sánchez lo necesita”. “Han pasado del Gobierno del Aquarius a uno que regala certificados de catalanidad supremacista”, asevera.
“¿A dónde expulsarán sus socios a los inmigrantes? ¿A Francia? ¿A Marruecos? ¿A Teruel?”, pregunta.
Critica al Gobierno por “pactar tan letal ruptura con quienes contaron con ayuda de Putin para su procés de 2017”.
Denuncia que “todos los socios del Gobierno son admiradores o deudores de Putin. Unos disfrazados de pacifistas anti OTAN y otros de supremacistas anti España”.
Acusa a Sánchez de “comprometer tanto la estabilidad y seguridad de España y de Europa para tapar la corrupción del sanchismo”.
Relata las cesiones del Gobierno al independentismo -amnistía, indultos, sedición, ‘quita tramposa, ‘cuponazo separatista’-, y concluye que “son pagos a Puigdemont. Son pagos de corrupción de la política para comprar tiempo en La Moncloa”.
“Y no es su única corrupción, el sanchismo está enfangado de corrupción en el ejercicio de la política. Las corruptelas familiares de Sánchez y el equipo del Peugeot agravan la urgencia de comprar tiempo”, subraya.
En el aniversario de la primera y última vez que el presidente del Gobierno vino a una sesión de control en la Cámara Alta durante esta legislatura: “Sánchez irá antes a Waterloo que vendrá al Senado”.