La portavoz adjunta del GPP señala que la ministra de Igualdad, Ana Redondo, “es la responsable directa como máxima autoridad en el Ministerio” y pide que “ponga a disposición su cargo”
La portavoz adjunta del GPP, Nidia Arévalo, califica el escándalo de los puntos violeta en el Ministerio de Igualdad como “lucro y corrupción a costa de las mujeres, un pelotazo en toda regla, todo ello propiciado por cargos del PSOE de distintas instituciones de Igualdad en España”.
Señala que la ministra de Igualdad, Ana Redondo, “es la responsable directa de este escándalo, como máxima autoridad en el Ministerio” y le pide que “ponga a disposición su cargo”.
Arévalo se pronuncia así, tras preguntar a la ministra Ana Redondo, “cómo tuvo conocimiento el Ministerio de Igualdad de que la exdirectora del Instituto de las Mujeres, Isabel García, había conseguido al menos 64 contratos de municipios gobernados por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) para gestionar Puntos Violeta”.
“No puede ser tan ingenua para creer que con cesar a su amiga ya está. Que aquí no pasó nada, que ya depuró responsabilidades”, se dirige a la ministra.
“¿Le parece transparente toda la red clientelar que se ha destapado? ¿Le parece humanidad aprovecharse del 8M, de los planes de Igualdad, de la gestión de los puntos violeta para lucrarse?”, pregunta a la ministra.
Acusa al Gobierno de crear en el Ministerio de Igualdad “un sistema clientelar a costa de las necesidades de las mujeres, con el que hacen negocio”.
Nidia Arévalo afirma que las “excusas baratas” de la ministra “nos salen caras a todas las españolas” y recalca que la responsable del Instituto, Isabel García, “no tenía formación reglada en Igualdad cuando la nombró”.
Su “única experiencia profesional se reducía a un periplo continuado de 5 años en cargos otorgados por el PSOE”, como concejala y asesora del PSOE en los ayuntamientos de Xirivella, Diputación de Valencia, Delegación del Gobierno de Valencia; y asesora del Ministerio de Transportes, añade la senadora del PP.
“Ni transparencia, ni sororidad, ni escrúpulos, sólo tráfico de influencias, concursos amañados y fondos europeos repartidos clientelarmente: A esto se le llama corrupción y corrupción es robar”, denuncia con firmeza.
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