El portavoz adjunto del GPP, Alejo Miranda de Larra, afirma que cuestionar a la oposición y despreciar a las instituciones son el “principal mérito de la política de nombramientos del Gobierno”
“Cuestionar a la oposición y despreciar a las instituciones son el principal mérito en la política de nombramientos del Gobierno”, afirma el portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular en el Senado, Alejo Miranda de Larra, al dirigirse a la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, en una pregunta en la sesión de control al Gobierno, a quien pide que aclare si “el enchufismo, el amiguismo y la colocación de familiares” seguirá definiendo los nombramientos de Sánchez.
El senador por Cuenca, ironiza con que los socialistas “tengan la inmensa fortuna” de que sus amigos, “compañeros de pupitre y familiares sean, ‘casualmente’, los más idóneos para colocar” al frente de empresas como INDRA, ENAGÁS, o AENA. Recuerda que ayer mismo, gracias a una “conjunción planetaria”, otro exministro se pondrá al frente de Hispasat.
Destaca que si el Gobierno de Sánchez ha sido capaz “de crear un Código Penal a la medida de sus socios condenados y de arrojarse en brazos a quien iban a entregar ante la Justicia”, por supuesto, también “son capaces de crear” un puesto de trabajo para cada amigo o familiar.
Advierte a Calviño de que “de primero de Democracia es dejar tranquilos a los jueces y no mercadear con las instituciones” y vaticina que “aún queda lo peor”, porque ya han empezado “a hacerlo con la Justicia o con Pamplona”.
Exclama que el PSOE pone las instituciones al servicio de su táctica partidista y pregunta cuál será el siguiente paso: “¿Juzgar a los jueces? ¿A cuáles? ¿A los que verifique Puigdemont? ¿O a los que señale ese partido ‘progresista’ que ahora es Bildu para beneficiar a sus amigos asesinos?”.
Pregunta también qué será lo próximo: “¿Despenalizar los delitos de odio contra la Corona o los atentados a las Comunidades Autónomas?”.
Añade que lo más grave de los nombramientos a dedo del socialismo no es que “sean personas vinculadas al PSOE, ni siquiera que sean sus amigos”, sino que, por no ser idóneos, están arruinando a las empresas de las que están al frente. Al respecto, incide en la situación de Correos, “donde un amigo de Sánchez” ha generado 1.000 millones de pérdidas; o en Renfe, donde “el socialista al frente, tuvo que dimitir por gastar millones en trenes que no cabían por los túneles”.
Considera un escándalo que los auténticos diplomáticos hayan mostrado su enfado y preocupación, “por ser la primera vez en la historia que el embajador ante la ONU no pertenezca al cuerpo diplomático”.
Remacha que “nos quieren convencer” de que el señor Tezanos “nunca fue militante socialista”; de que el señor Oliver “es un periodista independiente”, de que la exministra Valerio era “jurista de prestigio”, o de que Dolores Delgado “era una fiscal independiente”. “Es el colmo, señora Calviño”, concluye.