El Parlamento Europeo pidió hoy que la UE impulse su política de defensa común para ser menos dependiente y poder afrontar de manera autónoma las amenazas relativas a la seguridad, para lo cual propuso medidas como la puesta en común de las capacidades de los estados miembros y avanzar hacia la creación de un ejército europeo.
La Eurocámara aprobó un informe al respecto elaborado por el Portavoz del PP y Vicepresidente del Grupo PPE, Esteban González Pons, y por el popular alemán Michael Gahler, en el que se aboga por la puesta en marcha de un ejército europeo que pueda intervenir en la resolución de conflictos graves; colaborar en la gestión de crisis; garantizar el cumplimento de acuerdos de cese el fuego; y participar en rescates humanitarios.
En el informe también se propone aprovechar las posibilidades que ofrece la cláusula de asistencia y ayuda mutua entre los países miembros de la UE en materia de defensa, y que sea obligatorio compartir a nivel europeo la información de los cuerpos nacionales de inteligencia, además de avanzar al mismo tiempo hacia una mayor cooperación entre la UE y la OTAN en materia de política exterior y de defensa.
El informe insiste en la necesidad de que los países de la UE incrementen el gasto en defensa en unos 100.000 millones de euros desde ahora hasta finales de la próxima década, lo que equivaldría a un 2% del total del PIB europeo. Esta inversión en defensa debe permitir a los países de la UE mejorar sus capacidades militares de manera coordinada y a la vez evitar duplicidades, lo que supondría ahorrar en total entre 26.000 y 130.000 millones de euros, recordó González Pons en el debate previo a la aprobación del informe.
El Portavoz del PP también señaló que “Europa tiene que ser capaz de defenderse y protegerse a sí misma porque no siempre van a venir de fuera a defendernos, tenemos por tanto que garantizar la permanencia de nuestros valores y la seguridad de nuestros ciudadanos”.
González Pons añadió que una verdadera política europea de defensa común puede impulsar el proyecto europeo “porque no hay mayor respeto a la soberanía nacional, y a la integridad de nuestros países, que poder defendernos de manera conjunta aportando cada uno lo mejor que tiene”.
“Además, el nuevo contexto geopolítico que vivimos implica que la UE está un poco más sola y que una verdadera política común de defensa es más que nunca una prioridad si queremos afrontar con éxito desafíos como el terrorismo o la inestabilidad en zonas próximas a nuestras fronteras”, dijo González Pons.
Por su parte, el eurodiputado gallego del PP Francisco Millán Mon destacó, durante su intervención en el debate sobre este informe, que los Tratados de la UE “ya contienen los elementos necesarios para ir dotándonos de esa capacidad de seguridad y defensa autónoma que deseamos” y que ésta es necesaria teniendo en cuenta “el deterioro de nuestro entorno de seguridad, además de los cambios en el escenario internacional”. Señaló además que los ciudadanos piden más Europa en materia de seguridad y defensa.
“Estamos en un momento delicado de la UE, del que ésta puede salir reforzada gracias al desarrollo de la defensa, que ofrece un horizonte positivo más allá del Brexit y de las dificultades actuales”, añadió Millán Mon.
“Estamos por tanto ante una oportunidad de consolidar la Unión, pero el avance en defensa debe ir acompañado de una política exterior cada vez más cohesionada”, explicó Millán Mon.
En la misma línea, el eurodiputado popular José Ignacio Salafranca subrayó que vivimos en un mundo “en el que la UE tiene que pasar a la edad adulta, porque aunque el vínculo transatlántico con EEUU está inscrito en nuestro código genético, lo cierto es que a día de hoy la UE no garantizar por sí misma sus necesidades de defensa”.
“El ciudadano europeo exige que la UE y sus estados miembros garanticen no solo sus necesidades de progreso y bienestar, sino también de seguridad y por tanto también de defensa”, añadió Salafranca.
“No habrá futuro para la UE si no es capaz de desarrollar junto a su poder económico, comercial, financiero e industrial unas capacidades en el ámbito de la seguridad y la defensa que nos permitan hacer frente a la nueva configuración de amenazas”, concluyó Salafranca.