El Plan integrará guías de buenas prácticas destinadas a los hogares y a la hostelería y restauración con el fin de reducir las pérdidas de alimentos.
Así, el Senado instará al Gobierno a elaborar un plan de concienciación general para empresarios y hogares por el que, tanto en origen como en destino, el tratamiento de la producción, desde su inicio hasta su transformación en excedente, sea lo más eficiente y sostenible de acuerdo con las directrices emanadas del informe del 31 de noviembre de 2011 sobre gestión alimentaria (2011/2175 (INI)) del Parlamento Europeo.
El senador canario destacó que, ante un asunto tan importante, el Senado, "adelantándose a otras cámaras", aporta soluciones y lo hace "sin fisuras". "Hemos conseguido que las ideologías no nos separen", aseveró.
Alarcó aseguró que "es responsabilidad de todos nosotros, de las administraciones públicas, garantizar la valoración de estos alimentos que, en perfecto estado, son desechados de la cadena alimentaria y únicamente constirubuye a hacer un sistema de producción no solo más ineficiente sino más desigual y éticamente responsable".
En su opinión, esta moción va encaminada a "visualizar y mitigar" un problema social de suma importancia desde el punto de vista ético, estético, rentable, que ayuda a preservar los recursos naturales, mejora la calidad de vida de los consumidores y colabora en la lucha contra la injusticia social.
Tras relatar los antecedentes parlamentarios existentes sobre este asunto, llamó la atención sobre el hecho de que en el mundo se desperdician 1.300 millones de toneladas de alimentos (un tercio de la producción); en Europa, 89 millones de toneladas (la mitad de la producción) y en España, 7,7 millones de toneladas, lo que, "en las circunstancias que vivimos, es muy significativo", dado que, en términos absolutos, se sitúa como el sexto país europeo que tira más comida (163 quilos por persona). Las razones que llevan a esta situación son, según indicó, un funcionamiento ineficiente de las cadenas de producción, conservación y distribución y por los malos hábitos de compra por parte de los consumidores.
El senador canario también relató durante su intervención las acciones parlamentarias que sobre este asunto se desarrollaron en el Parlamento europeo, la Comisión Europea, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, así como el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. "Doce medidas concretas en esta materia en el último año", recalcó.
El fin último de esta iniciativa, según enfatizó, es lograr la consecución de la sostenibilidad de un modeleno alimentario que, como reto fundamental, tiene alimentar a una población mundial que rondará en 2050 los 9.000 millones de personas y que demanda una necesaria revalorización de los alimentos aptos para el consumo.
El plan, resultado de una moción transaccionada por todos los grupos, contemplará y facilitará las siguientes acciones:
a) Facilitar la intervención del banco de alimentos y de las distintas entidades que colaboran en la recuperación de alimentos desechados y aún comestibles.
b) Realizar estudios conjuntos con las empresas productoras distribuidoras para establecer los excedentes y las correcciones necesarias para adaptar de las producciones a las necesidades reales del mercado
c) Coordinar las acciones de las administraciones públicas para el cumplimiento de los objetivos determinados en el informe del Parlamento Europeo sobre el despilfarro alimentario. Haciendo especial incidencia en la formación de los niños en la cultura del consumo responsable.
d) La recomendación de la relación directa entre consumidores y productores, impulsando la comercialización de radio corto, valorizando el efecto pedagógico de esta relación.
e) Instar a las empresas a cumplir con los principios de preservación y aprovechamiento de los alimentos, por la necesidad de combatir las malas prácticas que fomentan el desperdicio de los mismos.
2. Integrar en el plan guías de buenas prácticas destinadas a los hogares y a la hostelería y restauración con el fin de reducir las pérdidas de alimentos.
3. Impulsar, conjuntamente con las Comunidades Autónomas y gobiernos locales, campañas de concienciación dirigidas a la reducción del despilfarro alimentario por parte de los sectores productores y distribuidores, así como consumidores.
4. Promover las actuaciones necesarias para mantener el apoyo europeo a los bancos de alimentos y para reforzar los apoyos financieros de la Administración del Estado a los bancos de alimentos, con el fin de mejorar el aprovechamiento social de excedentes alimentarios.
5. Promoverá mecanismos eficaces de coordinación, información y colaboración mutua entre empresas para la reducción de excedentes, las administraciones para asegurar el cumplimiento de las garantías de control sanitario, y las organizaciones sociales locales para la distribución de alimentos entre las personas o entidades más necesitadas y así dar salida y evitar el desperdicio de los excedentes de productos alimentarios.
6. El Gobiernos agilizará las modificaciones necesarias sobre las normas de calidad referidas, entre otras, al mal almacenamiento de alimentos, a las rigurosas y estrictas normas de caducidad o fechas de consumo preferente, y al vencimiento en el empaquetado de éstos, ya que se rechazan grandes cantidades de alimentos debido a los estrictos estándares de calidad existentes.