Sémper censura la política migratoria de Sánchez y subraya que no hay amenaza que valga con el PP en términos de principios y solidaridad

En Las Mañanas de Rne

Borja Sémper en una entrevista en Las mañanas de RNE
Borja Sémper en una entrevista en Las mañanas de RNE

El portavoz y vicesecretario de Cultura del PP afirma no entender si lo que quiere Vox es anunciar una ruptura, justificarse o pedir perdón por romper gobiernos de CCAA que aportan estabilidad

Recuerda a los dirigentes de Vox que Canarias es España y merece la solidaridad de todos los españoles y pregunta a este partido si busca una hipotética ruptura cuando Aragón va a acoger 20 menores inmigrantes o Murcia 16, por ejemplo

Subraya que no está inquieto por lo que haga un partido como Vox, más empeñado en hacer oposición al PP que a Sánchez: “Nos importan los electores, no la irresponsabilidad de sus dirigentes”

Resalta que para la acogida de menores prima la solidaridad y pregunta a Sánchez qué política migratoria está llevando a cabo, si está luchando contra las mafias que tratan a los seres humanos como mercancía o ejerciendo una labor diplomática y reclama unas condiciones mínimas para la acogida de los menores y la seguridad

Reitera el compromiso con la estabilidad por parte de los gobiernos autonómicos del PP e incide que su preocupación son los ciudadanos, mientras que Sánchez y Vox solo se preocupan por sus propios problemas

Critica que el Gobierno diseñe la política de migración a base de imponer, no con racionalidad, proyección futura y en un marco europeo, por lo que le reclama que despliegue todo su potencial diplomático para impactar en los países en los que operan las mafias y garantizar la seguridad de las fronteras

Exige dotación y recursos, porque la improvisación en materia migratoria es irresponsable e insta al Gobierno a ejercer su liderazgo y competencia en la gestión de un fenómeno complejo. “Es el Estado el que tiene que dotar de recursos suficientes”

Critica que el Gobierno no diera a conocer el borrador de la ley de extranjería hasta la víspera de la reunión con los consejeros y apunta que esta forma de funcionar no es seria ni razonable: “Solo faltaría que la responsabilidad fuera de las CCAA”, concluye