El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha propuesto hoy durante su intervención en la sesión de control al Gobierno, que se invite a los disidentes cubanos a la Fiesta Nacional de España que tendrá lugar el próximo 12 de octubre en la Embajada de España en Cuba.
En este sentido, ha recordado que Cuba sigue siendo una dictadura "con más de doscientos presos políticos y el segundo país del mundo en número de periodistas encarcelados". Así, ha pedido además que "la Cruz Roja internacional vaya a las cárceles cubanas, que se modifique la posición de la UE sobre Cuba y que se pida en el Congreso la libertad de todos los presos políticos".
Para Rajoy algunos aspectos de la política internacional de Zapatero "son incomprensibles". Así, ha recordado que en el año 1996 la UE fijó una posición común sobre Cuba pero que "su ministro de Asuntos Exteriores ha intentado cancelarla". "En su última visita a La Habana - ha afirmado- dijo que cambiarla era una prioridad de la Presidencia española, en contra de los beneficios de los disidentes cubanos y de la opinión de una inmensa mayoría de demócratas en todo el mundo".
Venezuela
El presidente del Partido Popular ha aludido además al auto de la Audiencia Nacional en el que se hacía referencia a la participación de las autoridades venezolanas en la colaboración entre las FARC y ETA.
En opinión de Mariano Rajoy se ha producido "una reacción inadmisible e impropia por parte del presidente venezolano y de su canciller, con insultos al juez, a España, al presidente del Gobierno anterior y a su Gobierno". "Ante esto - ha dicho- la reacción del Gobierno español ha sido confusa, contradictoria y terminó con un comunicado conjunto en el que no explicaba nada y además se criticaba a la prensa española".
Por ello, el líder del PP ha vuelto a pedir al Ejecutivo que "no se quede en los calificativos", que solicite la comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores para explicar qué pasó y que convoque al embajador de Venezuela en España para que se le entregue una nota verbal y quede constancia por escrito. "De lo contrario - ha asegurado- se puede transmitir la sensación de que insultar a España y a su Gobierno es gratis".
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