El objetivo de algunos Gobiernos europeos por aumentar la jornada laboral ha sido rechazada por el PP en el Congreso de los Diputados en una resolución donde además ha instado al Gobierno Socialista a que no vacile en este asunto.
El PP ha destacado el voto decisivo de los europarlamentarios populares al rechazar unánimemente la ampliación de la jornada laboral de las 48 a las 65 horas semanales.
Uno de los motivos fundamentales para esta decisión es la conciliación de la vida laboral y familiar ya que ampliar las horas de trabajo sería inaceptable y contraria a dicha conciliación.
Durante toda la legislatura en el Parlamento Europeo, la postura del PP ha sido la misma, desde que Ana Mato fuese portavoz en la Comisión de Empleo y Política Social hasta que Juan Naranjo se hiciera responsable del cargo.
La inciativa que vino por parte de los socialistas británicos ha sido debatida en el Parlamento Europeo siempre con el rotundo no que los populares han dado y que finalmente ha sido decisivo para que se negara el proyecto ya que para el PP el aumentar las horas de trabajo no es solo perjudicial en cuanto a seguridad y salud sino que también va en contra de una vida familiar plena al tener que dedicar más horas al trabajo.
El PP apoyó en el Congreso de los Diputados una resolución para que se mantuvieran los límites vigentes a la jornada laboral establecida en el Estatuto de los Trabajadores y en los Convenios Colectivos.