La portavoz adjunta de Interior del GPP, María del Mar Blanco, ha solicitado este martes en el Pleno del Congreso un mensaje a los ciudadanos por parte del arco parlamentario “de unidad, condena ejemplar y sin paliativos de los actos violentos que puedan atentar contra nuestro sistema democrático, y que tengan lugar en nuestro país y fuera de nuestras fronteras”.
Para que ello sea posible, ha explicado Mari Mar Blanco, es indispensable el apoyo de las fuerzas políticas a la iniciativa presentada por su grupo parlamentario para su debate hoy en el Pleno, de modo que se impulse “una condena y un rechazo contundente por parte de todas las instituciones y de todos los demócratas” a todo acto de violencia, “sea física o verbal”, pues “nadie que se llame demócrata y que crea que la violencia no tiene ningún tipo de justificación, ni la ha tenido nunca, puede oponerse a esta iniciativa”.
En su intervención en el Pleno, Blanco ha subrayado que “nuestro sistema democrático es incompatible con cualquier acto de violencia que vulnere la libertad, la dignidad y la convivencia en paz entre los españoles, donde no tiene cabida ningún tipo de actitud violenta o coacción con el fin de defender un posicionamiento político o ideológico”, de ahí que sea deber y obligación de todos “rechazar y condenar rotunda y sistemáticamente cualquier comportamiento de naturaleza violenta con independencia de la ideología en que se ampare”.
Según ha remarcado, “la violencia no es de derechas o izquierdas, la violencia es simplemente violencia, no cabe justificación ninguna y todo el que se considere demócrata debe condenar su utilización, y todos los representantes públicos debemos apelar a la convivencia pacífica, a la tolerancia y a condenar todos los actos que quieran acabar con ella, sin disculpar ni minimizar hechos que puedan atentar contra la libertad y la integridad de las personas”.
“La violencia es violencia”, ha vuelto a incidir, “y nunca es libertad de expresión”, como algunos pretenden hacer al justificar el acoso contra representantes de determinados representantes públicos, “dependiendo contra quién la vierten y quién la lleve a cabo”. “La respuesta a la violencia no debería permitir ni paños calientes ni filtros partidarios de ningún tipo, porque es obligación de todos mantener la posición de tolerancia cero”, ha apostillado.
“Cuando se justifican este tipo de acciones”, ha manifestado a este respecto, “por el simple hecho de pertenecer a una acción política determinada no solo se ofende a un grupo parlamentario y a un partido, sino a cada uno de los ciudadanos que han depositado su confianza en cada uno de nosotros”, porque también el ataque a las sedes de los partidos “es violencia y hay que condenarla sin paliativos ni justificaciones”, ha advertido Blanco, o es que “¿acaso los ataques a las sedes de los partidos están justificadas dependiendo quién sea (el atacado)?”.
Y es que en la condena de la violencia “no puede haber una doble vara de medir”, ha proclamado la parlamentaria popular, a la vez que ha hecho hincapié en que “cuesta entender que en el siglo XXI se sigan produciendo hechos más propios de otros tiempos cuando se atenta contra las personas por defender unas ideas, sean cuales sean”, a la vez que ha hecho nuevamente hincapié en que el PP estará siempre con las víctimas, y nunca al lado de los agresores, pues “siempre hemos estado y estaremos al lado de los que defienden la libertad, la convivencia y el estado de derecho, aquí y en Venezuela”.
Al hilo de la situación política en Venezuela, la parlamentaria popular ha instado a Podemos a que condene “de manera explícita”, y de una vez por todas, la ausencia de libertad en un país hermano de España, “porque aún andamos esperándola”.
Mari Mar Blanco ha querido hacer igualmente extensible su apoyo a todas los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FyCSE), porque “nunca se debería percibir por parte de ningún representante político el sentimiento de emoción transmitido por (Pablo) Iglesias al ver la agresión a un policía nacional por parte de un manifestante, porque es indignante, inaceptable y humillante”.
“Debemos concienciar a los jóvenes y no convencerles -ha proseguido-, de que ninguna causa, protesta o reivindicación pueda hacerse utilizando la violencia, y que los espacios públicos deben ser espacios de tolerancia, convivencia y respeto”.
La diputada popular ha echado también en falta la falta de unanimidad de “todas las instituciones a la hora de alzar su voz ante la utilización de la violencia”, como ocurre en Alsasua o Leiza, donde “los grupos políticos que gobiernan dichas instituciones no solo no impiden (la codena), sino que promueven y justifican actitudes de rechazo, xenofobia y de odio contra representantes de instituciones del Estado o servidores públicos”.
Finalmente, Blanco también ha querido pedir a Bildu “una condena expresa” del terrorismo de ETA, de su historia criminal y que, de paso, pida su disolución, “algo que hasta ahora se han negado a pronunciar”, porque “ninguna forma de violencia física o verbal puede ser tolerada, y todas aquellas, sea cual sea el contexto en el que se produce, deben producir el rechazo y condena de las fuerzas políticas, y en última instancia las consecuencias previstas en la Ley”.