El PP pide que se reconozca la situación de emergencia climática y la concesión de ayudas directas para paliar los efectos de la sequía

El Senado aprueba una moción consecuencia de interpelación del Grupo Popular, con el voto en contra del PSOE, por la que solicita al Gobierno que reconozca la situación de emergencia climática, se convoque la mesa de la sequía y se lleven a cabo una batería de medidas encaminadas a paliar la sequía que afecta sobre todo a el sur y sureste español.

La moción, defendida por la portavoz de agricultura del GPP, Lorena Guerra y por el presidente de la Comisión del ramo de la Cámara, Jorge Martínez Antolín, pide entre otros asuntos, estudiar la concesión de ayudas directas a las explotaciones afectadas para paliar los efectos de la sequía.

Lorena Guerra recalca que “seguimos padeciendo una grave sequía”, sobre todo en el sur y sureste español que afecta a nuestros agricultores y ganaderos; pero “lo que más les afecta es su ausencia de ideas y falta de iniciativas”.

La senadora recalca que esta sequía repercute negativamente en nuestra economía y en nuestra alimentación, y “requiere soluciones sólidas, contundentes y excepcionales”; no con las adoptadas por el Gobierno que son “erróneas e insuficientes” para solucionar la grave situación que atraviesa el sector primario en su tercer año consecutivo. 

“Las esperanzas de agricultores y ganaderos se van agotando y el subsistir se convierte en una lucha diaria. Son familias afectadas, hundidas y con un futuro incierto”, lamenta Guerra. 

Recuerda que se le ha pedido al ministro de agricultura “por activa y por pasiva”, no solo desde el Partido Popular, se lo han pedido los agricultores y ganaderos, las organizaciones agrarias, los técnicos profesionales del campo, las CCAA, “que aporte soluciones inmediatas tanto del punto de vista agrario, como medioambiental. Y parece que se le habla a la pared, porque sigue sin hacer nada”. 

Denuncia que el Gobierno, con la Presidencia del Consejo de la Unión Europea, “perdió una gran oportunidad” para reivindicar financiación para una “situación dramática” como la que estamos atravesando. Igualmente, pregunta: “¿Qué está pasando con el PERTE del agua? ¿Qué está pasando con los proyectos de modernización de regadío que siguen parados?”.

“Ustedes antes de no necesitar los votos, luchaban contra los que ahora defienden, han cambiado la dignidad por el poder”, acusa al PSOE, que, por si fuera poco la sequía, además “nos castiga con la nueva PAC perdiendo millones de euros, con unos eco regímenes que nos obligan a hacer prácticas que no son rentables en nuestras tierras”. 

Lorena Guerra lamenta que “el Gobierno está asfixiándonos para que desaparezcamos, ese es su objetivo, pero ya le digo yo que ni los españoles ni el PP se lo vamos a consentir”. “AL GOBIERNO NO LE IMPORTA EL CAMPO”

Por su parte, el senador por Palencia, Jorge Martínez Antolín, asegura que el problema es que el Gobierno “no le importa el campo” y, de hecho, “han llegado a decir que si hay sequía es por culpa de los agricultores que riegan”. 

“Están más centrados en conseguir siete votos para aprobar presupuestos que en arreglar los problemas del campo, y para ello son capaces de todo, pero de resolver los problemas de la sequía y de los regadíos, nada de nada”, denuncia.

Afirma que “no se puede resolver la sequía con medidas hidroideológicas y menos poner en marcha medidas hidro-ilógicas, sean coherentes y pongan en marcha medidas hidro-lógicas”. 

Jorge Martínez Antolín pone de manifiesto que “el problema no es coyuntural, es estructural”; el PSOE lleva seis años gobernando “y no han puesto en marcha ninguna infraestructura que nos permita ser más resilientes frente a la sequía”. 

“¿Cuál es su estrategia contra la sequía para España? ¿Por qué todos los países del mundo que pueden están invirtiendo en infraestructuras hidráulicas y aumentando la expansión del regadío y nosotros no?”, pregunta.  “Hay cálculos que dicen que de no tener los regadíos que tenemos en España nos hubiésemos visto obligados a importar el triple de lo que se importa”, remarca. 

Señala que, lo que no tiene sentido, es que “vivamos en una zona en la que se suceden sequías cíclicas cada década de aproximadamente tres o cuatro años y que las medidas se tomen medidas a corto plazo, en vez de estar orientadas a la prevención y a largo plazo”. 

“Aplíquense y proyecten y ejecuten infraestructuras que permitan la seguridad hídrica y con ella la seguridad alimentaria, la económica y en definitiva la de toda la sociedad”, termina.