El Partido Popular acaba de enviar al registro del Senado una moción parlamentaria en la que insta al Gobierno a que la indicación de la píldora del día después, como todos los compuestos hormonales, sea exclusivamente bajo prescripción médica, tanto en la sanidad pública como privada.
La iniciativa, de tres puntos, ha sido elaborada por el senador cordobés Jesús Aguirre, que propone, también, que se protocolice, en coordinación con todas las Comunidades Autónomas, la información a los usuarios del mecanismo de acción y posibles efectos adversos de la píldora del día después o contraceptivo de emergencia y a su vez se armonicen canales de derivación hacia Planificación Familiar y Educación Sexual.
En tercer lugar, la propuesta del senador Aguirre, que se debatirá y votará en la Comisión de Sanidad de la Cámara Alta, plantea la necesidad de que se modifique la legislación vigente de forma que los profesionales médicos y farmacéuticos puedan ejercitar el derecho a la objeción de conciencia en la prescripción y dispensación de la píldora del día después, al amparo del artículo 16 de la Constitución y en base a razones ideológicas, religiosas, científicas o de defensa del derecho a la vida del ser humano.
Según el senador del PP, la aprobación del suministro sin receta de la llamada píldora del día después ha sido un gran paso atrás. Aguirre recuerda que desde el día 28 de septiembre del 2009, dentro de la Estrategias de Salud Sexual y Reproductiva del Sistema Nacional de Salud, se está dispensando sin prescripción médica y sin control de edad ni frecuentación a mujeres adolescentes y adultas que solicitan la píldora del día después o contraceptivo de emergencia, sustancia hormonal llamada Levonorgestrel, siendo actualmente la única sustancia hormonal anticonceptiva que esta exenta del control y prescripción médica.
En opinión de Jesús Aguirre, esta iniciativa es, desde el punto de vista sanitario un claro retroceso, ya que hasta octubre del año 2009, se prescribía la píldora, por parte de los médicos, tanto en los centros de salud de atención primaria como en los servicios de urgencias.
"Como todo acto médico, la prescripción, va acompañada de anamnesis, exploración y diagnostico clínico, cuyos resultados quedaban reflejados, con la máxima confidencialidad, el la historia clínica de la usuaria del sistema. Dicho acto médico -añade el parlamentario cordobés- se acompañaba de información y educación sexual, derivando a la mujer de forma automática a las consultas de educación sexual y reproductiva, consultas donde se planifican en el tiempo, desde el punto de vista sanitario, la educación sexual de las parejas con fines muy claros como son el evitar embarazos no deseados, facilitar embarazos deseados, adecuar a cada persona el anticonceptivo mas apropiado y evitar enfermedades de transmisión sexual y siempre intentando que la píldora del día después o anticonceptivo de emergencia sea como su propio nombre indica, un medicamento de emergencia".
Por último, Aguirre indica que "todos los profesionales de la salud y sus representantes, tanto colegiales como sociedades científicas, coinciden en valorar como un retroceso en los estándares de calidad en salud y en el uso adecuado de los medicamentos, la liberalización de uso de la píldora del día después o contraceptivo de emergencia".