El Partido Popular exige al Gobierno que aclare de una vez el contenido de su acuerdo con Bruselas respecto al pago por el uso de las autovías y desgrane cuánto supondrá para el bolsillo de los ciudadanos. ¿Cuánto costará, por ejemplo, el trayecto León- Benavente, CórdobaSevilla, Sevilla-Mérida, Albacete- Murcia, Zaragoza-Guadalajara o ÁvilaSalamanca?, se pregunta el PP.
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha afirmado hoy que “no tiene sentido” que el mantenimiento de las autovías y las autopistas siga estando a cargo de los Presupuestos Generales del Estado. ¿Cómo se mantendrán entonces?, ¿van a privatizar las autovías?, ¿qué precios pretende cobrar? ¿qué sistema?.
RECONOCIMIENTO
Tras las declaraciones del director general de la DGT y la negación de Sánchez en el debate con Feijóo, las afirmaciones de la ministra no son sino un nuevo reconocimiento soterrado del compromiso que el Gobierno adquirió con Bruselas de que todas las autovías se paguen a partir de 2024 como “hito” para poder acceder a los fondos europeos dentro Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Bruselas no ha pedido esta medida al Ejecutivo, ha sido éste quien le ha ofrecido la medida para recibir las ayudas europeas.
En vez de engañar una vez más a los ciudadanos, Sánchez debería contarles la verdad. El documento adjunto evidencia las contradicciones de Sánchez durante el debate electoral tras confirmar Bruselas que el Gobierno se ha comprometido a poner peajes a cambio de recibir ayudas europeas, algo que el Ejecutivo sigue negando.
Aunque hagan más esfuerzos por ocultarlo que por informar a los ciudadanos, los españoles tienen derecho a saber lo que este Gobierno ha comprometido en el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia para los próximos años.
Los españoles deben saber que en el 2024 pagarán peajes en las autovías, el Gobierno lo ha comprometido con Europa aunque intente esconderlo hasta después de las elecciones generales por ser una medida impopular que tendrá además un gran impacto en la España periférica ya que pagar por kilómetro supondrá incrementar los costes de los productos que se fabrican fuera de los grandes centros de consumo.