El portavoz de Exteriores del PP en el Congreso, Gustavo de Arístegui, exige al Gobierno una defensa "firme y clara" de la españolidad de Ceuta y Melilla al tiempo que le acusó de "no hacer nada" para defender a los agentes agredidos e insultados en la frontera melillense.
En la Sesión de Control al Gobierno, Arístegui lamentó la política exterior "de los desaparecidos" que ha practicado el Gobierno por estar "ausente en todas las crisis del verano", en alusión a los incidentes con Marruecos y en la frontera de Melilla. "No es incompatible llevarse bien con Marruecos y la defensa firme de los intereses de España", señaló.
"En el centro de toda esta crisis -continuó- está la defensa de la españolidad de Ceuta y Melilla; estamos por escucharles una declaración firme y clara en este asunto, por escucharles también una defensa de la dignidad de los policías y guardias civiles agredidos e insultados por asociaciones privadas", dijo dirigiéndose al Gobierno.
En su pregunta al ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, criticó la "inacción" del Ejecutivo en esta crisis. "No hacer nada para defender la españolidad de Ceuta y Melilla, para defender los intereses de los ciudadanos de España, no es hacer las cosas con cabeza sino una muestra clara de que es un Gobierno descabezado", manifestó.
También el diputado popular José María Lasalle abundó en las "vejaciones" a las que fueron sometidas varias policías en la frontera de Melilla y lamentó que ni tan siquiera la ministra de Igualdad, Bibiana Aido, terciara en esta crisis. "La diplomacia inteligente de la que alardea no consiste en callar ante las vejaciones a funcionarias españolas ni permitir una escalada de provocaciones inaceptable entre países amigos", espetó al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
El diputado del PP Ignacio Cosidó también interpeló a Rubalcaba durante la Sesión de Control aunque, en este caso, sobre "el conflicto no resuelto en la Guardia Civil que amenaza con convertirse en algo crónico en su mandato". "La dinámica de conflicto no augura nada bueno ni para la Guardia Civil ni para la seguridad de los españoles", advirtió.