El Fiscal General que, ni siquiera es fiscal de carrera sino magistrado, está llevando al Ministerio Público a unos límites desconocidos de sectarismo y parcialidad. No cabe otra lectura de la doble vara de medir que aplica en su ejecutoria en función de la naturaleza política de los casos que estudia.
Así, el supuesto regalo de cuatro trajes suponía para la fiscalía un claro hecho delictivo, pero una concesión sospechosa de 10 millones de euros a la empresa carece de la cuantía suficiente para merecer siquiera una investigación pública.
Tal afán de protección hacia Manuel Chaves, y la pasividad en casos que afectan a otros miembros del PSOE, contrasta notablemente con la saña inquisitorial con que Conde Pumpido ha ordenado la persecución, no sólo contra Francisco Camps, sino de militantes del PP en Murcia, Baleares o Canarias. Actuaciones que en la mayoría de ocasiones han merecido el archivo judicial.
El Partido Popular continuará denunciando la parcialidad de Conde Pumpido, que ha puesto su toga al servicio del PSOE y que está dirigiendo con saña los recursos que son de todos los españoles contra el principal partido de la oposición. Un comportamiento tan escasamente democrático como su olímpico desprecio al control parlamentario, al que no se somete desde hace meses a pesar de que así lo hemos solicitado reiteradamente desde su última comparecencia".