Un presidente del Gobierno que miente abochorna a todos los españoles y se descalifica a sí mismo. Lo burdo de estos embustes demuestra el desprecio de Zapatero por el pueblo español, al que piensa que se le engaña fácilmente.
La carta, firmada conjuntamente con el candidato socialista a las elecciones europeas, Juan Fernando López Aguilar, afirma que la derecha quiso implantar la jornada de 65 horas. Es mentira. El Partido Popular votó en contra de ese proyecto de directiva. Primera mentira.
La misiva asegura, además, que si la derecha tuviese la mayoría se habría aprobado. Segunda mentira. La directiva fue propuesta por un comisario socialista, a instancia de un gobierno socialista -el británico- y fue rechazada en un Parlamento Europeo en el que los grupos de centro-derecha son mayoritarios. Además, el Partido Popular de España contribuyó de manera decisiva a que no se aprobase.
Tercera mentira: con el Partido Popular no retroceden los derechos sociales, ni proponemos facilitar los despidos, ni bajar los salarios y las pensiones ni debilitar la sanidad y la educación públicas.
Durante los años de gobierno del Partido Popular se creaba empleo, se garantizó el poder adquisitivo de las pensiones por ley, se pasó de una Seguridad Social quebrada que no podría pagar la paga de Navidad de 1996 a una Seguridad Social con superávit y se creó el Fondo de Reserva. Se subieron las pensiones a las viudas, se mejoraron los derechos sociales de los autónomos y se bajaron los impuestos a todos.
El PP quiere recordar que fue Solbes quien dijo que había que contratar planes de pensiones privados porque la Seguridad Social no garantizaba las pensiones, fue el Partido Socialista quien, en 1992, redujo las prestaciones por desempleo y, en 1994, hizo que los parados pagasen impuestos.
El Partido Socialista acosa a las clases medias, les sube los impuestos a los que se compran una vivienda, llena de deuda las arcas públicas y al final siempre son los mismos los que pagan las deudas que genera Rodríguez Zapatero.
El PSOE, además, sube el recibo de la luz de forma exorbitante a las familias y las empresas, mientras cada mes cierran 20.000 empresas y cesan su actividad 60.000 autónomos. Las clases medias se ven desposeídas de sus trabajos y ven como sus ahorros se quedan en nada.