El Partido Popular pudo comprobar hoy que los españoles que residen en Venezuela tienen que sumar a las tropelías y falta de libertades del régimen de Chávez, la indiferencia, cuando no el incumplimiento de promesas, del Gobierno español. Fue la principal conclusión, tras la reunión de trabajo mantenida entre una representación de los españoles que viven en aquel país, de visita a España para intentar relatar en distintos foros su angustiosa situación, y el portavoz de Asuntos Iberoamericanos del PP en el Senado, Dionisio García Carnero, en un encuentro que se celebró hoy en la Cámara Alta.
La delegación de españoles residentes en Venezuela estaba integrada por Antonio Ruiz Zapata (propietario de un frigorífico industrial en el Estado de Barinas que conoce personalmente y desde hace años a Chávez y su familia), Félix Alfonso Barbero Martín (representante de las Hermandades de Españoles en Venezuela) y Jerónimo Pimentel Gómez. Les acompañaron la letrada de Louis Solórzano y Ernesto Gutiérrez.
Esta representación denunció sin matices la situación de indefensión y drama que padece la colonia española residente en Venezuela, así como la pasividad del Gobierno de Zapatero ante los abusos y desmanes que siguen sufriendo los ciudadanos españoles en aquel país, que aumentan sin parar y, lo que es peor, sin que nadie haga nada para impedirlo.
Los representantes de los españoles que viven en Venezuela hicieron entrega de una carta a García Carnero y anunciaron su intención de dar traslado de la misma a distintas instituciones y partidos políticos. Esta misma tarde, aseguraron, intentarán entregarle la misiva al ministro Moratinos.
Los representantes de la colonia española denunciaron los graves incumplimientos de Moratinos, con quien se reunieron en Caracas, en un encuentro en el que obtuvieron la promesa de que el Ministerio resolvería todos sus problemas antes de dos meses. Han pasado nueve meses y no se ha resuelto ninguno de los casos, indicaron.
Los españoles le relataron al senador popular los desmanes, robos, agresiones e invasiones de tierra y propiedad que han sufrido, ante la pasividad, complacencia y a veces colaboración del Gobierno bolivariano del coronel Chávez. Asimismo, los españoles residentes en el país iberoamericano la contaron a García Carnero como la Administración bolivariana ha ido legalizando los desmanes y convirtiendo la situación de hecho en una situación de derecho.
Asimismo, nuestros compatriotas se han referido a la peligrosa espiral antidemocrática que sufre Venezuela, donde corren peligro derechos humanos y civiles básicos como la libertad de prensa, opinión y expresión o el propio pluralismo político. Uno de los asistentes, Jerónimo Pimentel, relató en primera persona cómo ha tenido que huir de Venezuela e instalarse en Colombia.
Uno de los asuntos que reclaman estos españoles es que el Gobierno les apoye en las denuncias ante los tribunales internacionales. Se trata de un tema que el PP trasladó a una moción que el Senado aprobó y que, paradójicamente, el Gobierno no sólo incumplió, sino que se regodeó, a través del propio ministro de Exteriores, en anunciar su incumplimiento.
Dionisio García Carnero le mostró a estos representantes de la colonia hispano-venezolana la solidaridad del Partido Popular y se comprometió con ellos a seguir presionando al Gobierno español, a través de cuantas iniciativas parlamentarias sean precisas, para que abandone su actual política de complacencia con el chavismo y de negación de estos gravísimos hechos, por los que nunca autoridad española alguna ha mostrado el interés necesario.
El senador del PP les recordó a los ciudadanos españoles que el Grupo Popular ha planteado más de 20 iniciativas parlamentarias distintas, interesándose por su situación y por la gestión gubernamental. "No vamos a rendirnos y no vamos a dejar a nuestros compatriotas en la estacada", prometió García Carnero.