El portavoz de la Comisión Mixta para la Unión Europea del Grupo Parlamentario Popular, Rubén Moreno, defendió hoy la postura española para que la nueva directiva europea sobre rescates incluya una protección expresa a los depósitos garantizados.
Durante el debate de una Proposición no de Ley sobre el rescate en Chipre, Moreno hizo hincapié en que "el mejor rescate es el que no se necesita", y dejó claro que las medidas adoptadas en Chipre tienen un carácter excepcional que responden a las singularidades de la economía chipriota, a saber: un sistema bancario sobredimensionado y con un negocio financiero arriesgado; un régimen societario que hace de la isla algo muy parecido a un paraíso fiscal, y el hecho de que los depositantes extranjeros tengan un peso mucho mayor al de los nacionales.
Moreno, que enfatizó que "Chipre no representa el nuevo modelo para otros países de la zona euro", puso sobre la mesa dos conclusiones extraídas del rescate chipriota. En primer orden, "la necesidad de avanzar más rápidamente en la unión bancaria que hubiera evitado esta crisis financiera en Chipre, porque su sector financiero hubiera estado supervisado externamente y el mecanismo de resolución sería predecible y homogéneo con el resto de los países de la Unión".
Y segunda lección: "El mejor rescate es el que no se necesita; de ahí las medidas que se toman para no llegar a esa situación"
En conclusión, insistió en la postura del Gobierno de Mariano Rajoy para que los depósitos garantizados tengan una protección expresa a fin de que no se vean afectados en el supuesto de resolución de una entidad, y el recordatorio de que cualquier ayuda debe ser proporcional reduciendo la inversión de recursos públicos al mínimo necesario y evitando que los costes de la reestructuración los asuma sólo el Estado, ya que las cargas deben repartirse entre el Estado y la entidad beneficiaria.
El PP llegó a un acuerdo con la presentación de una enmienda transaccional a dicha iniciativa a fin de evitar situaciones de inestabilidad sobre los depósitos como la que ha provocado la crisis financiera en Chipre, que no puede servir como modelo.