Muñoz-Alonso ha preguntado a la ministra de Asuntos Exteriores sobre la valoración del Gobierno de la reunión entre el Secretario General de la Presidencia del Gobierno, Bernardino León y el Ministro Principal de Gibraltar, Peter Caruana.
Así, el portavoz de Exteriores ha asegurado que el planeado secreto con que desde La Moncloa se quiso rodear ese "intempestivo e inoportuno encuentro" se vio frustrado porque Caruana se apresuró a publicar una nota informativa que ponía en evidencia el "imperdonable desliz cometido por Bernardino León".
De este modo ha declarado que este desgraciado acontecimiento adquiere aún mayor gravedad porque, según la nota gibraltareña, "en el curso de esa reunión se abordó, entre otros, el asunto de las aguas. Esta cuestión afecta directamente al debatido tema sobre la soberanía, sobre el que Gibraltar no tiene competencia alguna, aunque Caruana no oculta su propósito de avanzar hasta el reconocimiento de una imposible e inaceptable soberanía de la colonia".
Del mismo modo, el portavoz popular ha señalado también que la reunión se produjo en vísperas de la resolución del TUE que rechaza la pretensión británico-gibraltareña de rechazar la decisión de la UE de inscribir como Lugar de Interés Comunitario español la zona Estrecho Oriental.
Por último, el senador del PP ha puesto también en evidencia que para rematar la jugada, Caruana organizó una rueda de prensa a las pocas horas del encuentro en Marbella. "Rueda de prensa en la que se permitió acusar a España de ser la causante de los reiterados incidentes con nuestras Fuerzas de Seguridad, asunto que también planteé a la ministra hace un mes", ha apuntado Muñoz-Alonso.
Descomunal torpeza diplomática
A lo largo de su intervención, el portavoz de Exteriores del PP en el Senado también ha calificado de "descomunal torpeza diplomática" la aceptación por parte de España del Foro Trilateral, que "rompió la secular posición española".
Para finalizar, Muñoz-Alonso ha advertido a la ministra Jiménez que en el asunto de Gibraltar "urge recuperar nuestra línea tradicional. Toda prudencia es poca en este contencioso y hechos como el que comentábamos van, precisamente, en sentido contrario al deseable y al que exigen los intereses de España".