El portavoz de Fomento del Grupo Parlamentario Popular, Miguel Barrachina, ha elogiado este lunes que “el Gobierno no solamente se haya disculpado en los casos en que los vecinos pudieron verse perjudicados” por el temporal “sin precedentes” que tuvo lugar el pasado mes de enero, sino que “se haya también tomado buena nota para ser capaces de mejorar la coordinación con el resto de administraciones, de mejorar los dos protocolos de actuación y seguir aumentando el presupuesto en materia de emergencia, como se ha venido haciendo hasta ahora”.
En su intervención durante la comparecencia del ministro de Fomento en Comisión, el portavoz del GPP ha rebatido las críticas de la oposición por la actuación del Ministerio ampliando su agradecimiento “a los trabajadores que invirtieron tantas horas para hacer una labor preventiva que hoy se quiere desconocer de manera absoluta”, y recordándoles que “ni el ministro trajo la nevada, ni tampoco fue el ministro quien provocó la caída de las torres eléctricas”.
El parlamentario popular ha hecho recuento de las consecuencias del temporal de nieve de primeros de año, concretamente en Valencia, donde hubo 27 localidades afectadas y donde dos carreteras nacionales fueron cortadas durante horas, subrayando que hubo más de 40 carreteras que permanecieron cortadas, “no durante horas sino durante días”, y ninguna de ellas era de titularidad nacional, sino “autonómica y local”.
Lejos de “esperar o aspirar” a que cualquiera de los titulares de estas redes de carreteras autonómicas y locales pida disculpas, siguiendo la estela del ministro en su comparecencia de este lunes, Barrachina ha rememorado una máxima italiana con la que se suele responsabilizar de todo lo que ocurre al Gobierno, eludiendo de paso las responsabilidades propias.
En todo caso, Barrachina ha asegurado que esta “dramática circunstancia” de culpar constantemente al Gobierno de todo, y el hecho también de que las 40 carreteras que sufrieron cortes “durante días” no sean de titularidad estatal, “no quita para que nos sintamos responsables y queramos seguir mejorando los protocolos”. “Cierto que los protocolos, tanto el de coordinación de nevadas en carreteras como el plan de contingencias de la red ferroviaria fueron elaborados acertadamente en la etapa socialista –ha admitido-, pero cierto también que han sido corregidos y mejorados en estos últimos años, y deben seguir siéndolo”.
Ante este escenario de crítica constante y sin fundamento, el parlamentario popular ha querido también hacer hincapié en lo siguiente: “Que una nevada esté prevista no supone que no tenga consecuencias”. De hecho, tal y como ha explicado, “esta nevada estaba prevista y venía de Europa, y en 10 países europeos, con las mismas capacidades previsoras que España, enterraron a 80 víctimas mortales por ese mismo temporal”.
Por esta razón, ha rechazado las pretensiones de algunos dirigentes de establecer una comparación entre el temporal excepcional del mes de enero con “la famosa nevada” en época de Magdalena Álvarez, “la ministra de infausto recuerdo”, cuando durante su mandato al frente del Ministerio “cayeron cinco centímetros de nieve” a causa del temporal. Y es que comparar aquella nevada de hace unos cuantos años con los 50 centímetros o más de un metro de nieve del temporal del mes enero es, según Barrachina, “un poco forzado”.
“El resultado final no es satisfactorio”, ha admitido Barrachina, por la sencilla razón de que “hubo gente que perdió horas en las carreteras”, si bien ha querido recalcar que “España dispone de una red de carreteras, infraestructuras portuarias, aeroportuarias y de tren que, naturalmente, cuando se corta el suministro” tiene efectos como los citados en Comisión.
El parlamentario popular ha cerrado su alocución elogiando las infraestructuras españolas pues, según ha ido enumerando, “España disfruta de 28 puertos, 52 aeropuertos y 166.000 kilómetros de carreteras, más que ningún otro país por habitante”, al tiempo que ha citado las 1.359 máquinas quitanieves existentes, con “más presupuesto que nunca”, las 240.000 toneladas de material fundente previsto al inicio de las nevadas, así como la actuación a largo de 25.000 kilómetros de carreteras “antes de que cayeran los primeros copos de nieve”.