El senador del PP, Salvador de Foronda, recrimina a la ministra Montero por haber “permitido con su silencio que no hubiera una inspección ante el crecimiento patrimonial” de los implicados
El senador del Grupo Parlamentario Popular en el Senado, Salvador de Foronda, afirma que la trama comienza “con los listos del Peugeot: Ábalos, Cerdán, Koldo y Pedro Sánchez como CEO mercantil” de esta sociedad, tras lo que denuncia que el presidente del Gobierno “era conocedor de toda la trama”.
Además, apunta a Francina Armengol, Salvador Illa, Víctor Torres, Fernando Grande-Marlaska y a la propia vicepresidenta 1ª y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como “los cooperadores necesarios y siempre con la autorización del CEO mercantil”.
Salvador de Foronda asegura que “estamos hartos de los depredadores de contratos, de los intermediarios, de los matones de casas de citas y de esos vividores que siguen aumentando su hucha a costa de los demás”, al tiempo que destaca que “estos sinvergüenzas de las comisiones de mascarillas y guantes en mal estado, han ganado millones de euros de un plumazo”.
Durante la sesión de control al Gobierno celebrada esta tarde en la Cámara Alta, el senador del PP por Burgos pregunta a la vicepresidenta 1ª del Gobierno, María Jesús Montero, por “el montante total” de las contrataciones de la Administración General del Estado y las empresas públicas con las sociedades investigadas en la Operación Delorme.
Así, Foronda recrimina a la ministra Montero por haber “permitido con su silencio que no hubiera una inspección ante el crecimiento patrimonial” de los implicados, “lleno de pisos, fincas, coches de lujo y un aumento en las cifras de negocio sin justificación”.
“Una trama que va de Baleares a Canarias, pasando por toda España con mordidas, mascarillas falsas, mercantiles que pasan de facturar 2.000 euros a 50 millones y otras hasta los 263 millones de euros, así como con gerentes sentenciados por estafa”, destaca el senador popular.
Además, asegura que “los sinvergüenzas comisionistas de mascarillas y guantes han ganado millones de euros de un plumazo durante la pandemia. Han aumentado sus huchas a costa de la crisis sanitaria y sin ningún pudor”.