La vicesecretaria de Desarrollo Sostenible, Paloma Martín, afirma que la Proposición de Ley del Suelo y Desarrollo Urbano del PP, debatida hoy en el Senado, es “real, valiente y útil” y muestra la salida a siete años perdidos con Sánchez que han convertido el mercado de la vivienda en “una auténtica selva”
Señala que la necesidad de reformar la Ley del Suelo es “un clamor”, que precisa un cambio profundo que afronte la reducción de plazos de construcción de viviendas, la limitación de nulidad completa de planes urbanísticos por defectos urbanísticos, la defensa de la propiedad privada y el desalojo de los okupas en 24 horas
Expone que, para la elaboración de la reforma de norma, se han mantenido más de 40 reuniones con todos los actores del sector y se ha forjado un amplio consenso con los consejeros de las 14 comunidades donde gobierna el partido, que representan al 70 % de la población
“Apelamos hoy a una amplia mayoría de esta cámara para atender a las necesidades reales de la gente, eliminar trabas burocráticas y dotarnos de un marco seguro para propietarios e inquilinos,” dice
Denuncia que todos los indicadores reflejan que la situación de la vivienda en España es “catastrófica” ya que las políticas del Gobierno han contribuido a hundir la oferta, a encarecer los precios “hasta niveles nunca vistos” y a truncar los sueños de emancipación de millones de jóvenes • Explica que Sánchez ha querido cambiar la realidad “a golpe de BOE”, pero el mercado le ha devuelto fracasos y recuerda que, por ejemplo, en 2024 impuso un tope del precio del 3 %, pero se llegó al 12 %: “No se inventen más indicadores”
Reprocha al Ejecutivo su “obstinación intervencionista” con los topes al alquiler, las zonas tensionadas, los índices de precios y la “criminalización” del propietario: “Ha de producirse con urgencia un cambio de rumbo en las políticas de vivienda,” exige
Critica al Gobierno por “minimizar” la okupación, cuando afecta a 80.000 propietarios y hay 25.000 viviendas inquiocupadas, lo que equivale a que ciudades enteras como Pamplona, Almería o Móstoles estuvieran ocupadas ilegalmente. “Si proliferan empresas como Desokupa es por la dejación del Gobierno”, añade
Apunta, mostrando imágenes alusivas, que hay tres realidades que definen la situación: No hay casas en alquiler donde se han fijado tope de precios, como en Rentería, y se buscan viviendas debajo de las alfombras; los jóvenes hacen cola para alquilar un piso y los okupas tienen más derechos que los propietarios
Defiende que la situación requiere una reforma “de verdad” como la que propone el PP, que acaba con los cuellos de botella burocráticos, garantiza la seguridad jurídica de todos los agentes que participan en la cadena de valor y concilia los intereses de propietarios e inquilinos
Considera que cualquier gobierno sensato rectificaría si fracasan sus políticas, pero en el de Pedro Sánchez priman el sectarismo y el afán de permanecer en el poder “a base de atizar el conflicto y la división, ya sea entre hombres y mujeres, empresarios y trabajadores, catalanes y madrileños”
Por su parte, el senador José Ramón Díez de Revenga explica que “esta Ley sienta las bases de la solución con una propuesta de modificación de cinco leyes nacionales”; como la Ley del Suelo a la que se otorga una mayor seguridad jurídica “para impedir que el planeamiento pueda ser anulado por simples defectos de forma”
Recalca que “no tiene ningún sentido paralizar durante años el desarrollo de municipios completos porque falte, por, ejemplo, el informe de impacto de género”. Por ello, su partido incluye las medidas “necesarias” para que se pueda desarrollar todo un proyecto urbanístico en cuatro años, en lugar de los diez actuales
Pone el foco en la “burocracia, como un enemigo a batir” y la norma introduce el silencio positivo en licencias de edificación y rehabilitación, que tendrá que quedarse en tres meses
Recuerda que medidas incluidas en la reforma se han insertado en la Declaración de Asturias y en los Acuerdos de Zaragoza, compromisos suscritos por presidentes autonómicos y alcaldes del PP; pero, sin embargo, critica la falta de “una pata importantísima: la Administración del Estado”