Muñoz cree que Sánchez copia las medidas en Educación del PP, pero con recursos insuficientes y un modelo fracasado que no es competitivo

La vicesecretaria de Sanidad y Educación del PP tilda de “bomba de humo” el último anuncio del presidente del Gobierno, con una inversión insuficiente de 500 millones de euros y una política de competencias en vez de contenidos, algo que ya se ha probado que no funciona y no hace al país competitivo respecto a su entorno

“Cualquier país debería tener como prioridad la educación de sus jóvenes, por ellos pero también por el país”, incide y pone como ejemplo las políticas educativas de las CCAA gobernadas por el PP, que sacan los mejores resultados del informe PISA

Subraya que romper el principio de igualdad para condonar la deuda es deconstruir la Constitución, o un proceso de “deconstitución”, y denuncia que el PSOE, que llevó la igualdad por bandera, es quien rompe este principio, junto con el de separación de poderes y libertad de los españoles

“No puede ser que, a cambio de votos, se condone una deuda y al resto de los mortales no”, afirma y exige la convocatoria de una Conferencia de Presidentes, como reclaman las CCAA gobernadas por el PP, que no aceptan los chantajes del Gobierno y no permitirán que Sánchez pacte solo con sus socios y olvide a los demás

Denuncia que “no puede ser” que desde del Gobierno se fomente la desigualdad, con quienes ahora exigen la política de inmigración,   “los mayores racistas que hay en España”, como eran calificados por Sánchez cuando se refería a Junts como “el Le Pen español”

Cree que una muestra clarificante del racismo independentista es culpar de los malos resultados del informe PISA en Cataluña a la población inmigrante

Incide en que son muchos los motivos por los que Marlaska debería haber dimitido o cesado, no solo las devoluciones de menores; pero a Sánchez le resulta muy útil contar con alguien que pasó de juzgar a terroristas a dialogar con Bildu para acercar a presos y sacarles de la cárcel sin haberse arrepentido

Censura “la falta de respeto” de una ministra de Trabajo que no dialoga ni consensua las condiciones del SMI o la jornada laboral: “Estas políticas han de hacerse desde el diálogo y el consenso, no con las amenazas e imposiciones”