La portavoz de Universidades del GPP, María Jesús Moro, asegura que la LOSU “no es la ley que necesitan ni merecen las universidades españolas”. “No resuelve nada, lo complica todo y también lo encarece”, añade
En este sentido, subraya que no se soluciona el problema de la precariedad. “La prueba es que no contenta a nadie: los asociados en huelga, los posts doctorales muy preocupados y los que esperaban la promoción en cualquier etapa académica aterrados por la inseguridad de si podrán llegar a la plaza que ya tocaban con los dedos”, asevera
Recuerda que el Gobierno ignoró al Partido Popular cuando pidió que no se rompiera el sistema de acreditación por la ANECA, especialmente de los cuerpos de funcionarios, ya que “el diseño de la ley pone muchas piedras en el camino al respeto a los principios de igualdad, mérito y capacidad”
Además, María Jesús Moro manifiesta que “esta ley, sin memoria económica, cuenta con una cifra irrisoria para cumplir los mínimos requerimientos de presentación del proyecto, no garantiza la financiación necesaria y es costosa con cargo a los demás, pero el Ejecutivo de España se lava las manos”
Lamenta que las enmiendas incorporadas en el Senado no resuelvan estos problemas y solo pongan algunos “parches ingenuos e irrealizables”: “Se ha perdido una ocasión de oro para dar un verdadero giro y mejorar la ley porque aún puede ser peor el resultado de las normas reglamentarias para la Universidad en las que está trabajando el Ministerio con opacidad”
Incide en que el Gobierno ha contado con el apoyo del PP “en todo lo que pudiese mejorar mínimamente este texto legal, a pesar de la cicatería en aceptar propuestas buenas para el profesorado, la gobernanza o la inclusión de las personas con discapacidad”
“Flaco favor se ha hecho al espíritu universitario y al respeto a la Constitución atacando y rompiendo el principio de neutralidad institucional”, apunta a la vez que señala que son muchos los profesores que piden acabar con “el despropósito legislativo de esta ley, la estrechez de miras, el reduccionismo, la falta de amplitud intelectual, el empequeñecimiento de los ideales o la falta de perspectivas de futuro en nuestros jóvenes”
Exige al Gobierno que “no cambie nada más”. “A las universidades, a los universitarios, a nuestros jóvenes y al país les irá mejor”, concluye