Pregunta: Don Jaime, estos días algunos articulistas habían empezado a decir "a ver si me voy a tener que comer lo que dije de Mayor Oreja cuando hizo aquellas declaraciones, hace algo más de un mes, en la que presuponía que el Gobierno estaba intentando una negociación con la banda ETA".
Después de la actuación, este fin de semana, de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, después de las palabras del presidente del Gobierno, ¿eso hace que ratifique, rectifique o matice lo que quería decir?
No, yo me ratifico plenamente. Las detenciones, ya lo dije en aquella fecha, no rompen un proceso que se está produciendo. Las detenciones, de las que nos alegramos todos los españoles decentes, están fundamentalmente realizadas como deben producirse, muy bien por el Gobierno, por las Fuerzas de Seguridad del Estado, pero no alteran para nada cuando hay un proyecto denominado resolución de conflicto, es decir, cuando hay una cierta negociación con un papel de los mediadores internacionales muy relevante como yo creo que estamos viviendo.
Pregunta: Y las palabras, por ejemplo, del Ejecutivo Vasco que publica hoy ABC diciéndole a Eguiguren que "deje de joder con la pelota y ponga fin a sus escarceos con ETA", ¿no es para usted un argumento suficientemente convincente?
Mire, un proyecto de resolución de conflicto, fundamentalmente, exige una escenificación, una ficción, una teatralización. Hay algo que es mucho más importante hoy, que la diferencia entre ETA y el Gobierno español, que es el acento que se está poniendo todos los días respecto a la diferencia entre ETA y la izquierda vasca. Pero aquí hay dos grandes protagonistas: ETA y el Gobierno. No una parte de ETA. No una ETA buena, no la ETA supuestamente política frente a otra ETA que es mala y que en estos momentos está fuera.
Pregunta: Sin embargo, algunos han querido ver en las excarcelaciones, o en la cierta relajación con algunos tipos en concreto Díez Usabiaga, una especie de vía o puerta abierta para que se produzca un desmarque, dentro de ETA, de las posiciones violentas. ¿Usted cree que eso sería simplemente cosmética, maquillaje, nos engañarían o hay efectivamente quienes, dentro de ese mundo, están dispuestos a inaugurar una vía política porque ven que con la vía de la violencia no llegan a ninguna parte?
No, es la propia ETA. ETA es una organización terrorista pero, sobre todo, es un proyecto político que busca, esencialmente, la fractura de España. Y es verdad que hace tiempo ETA ha decidido poner todos los huevos en la cesta de un proyecto político, en la dirección de la autodeterminación o la independencia. Lo apuntó en Estella con el abrazo con el Partido Nacionalista Vasco, lo volvió a apuntar en Perpignan con el abrazo con ERC y ahora de lo que se trata es que, como ETA tiene toda la energía puesta en un proyecto político en la dirección de la independencia, en estos momentos ETA no está en la organización de comandos. ETA está en un proyecto político asentado en la autodeterminación y para ello necesita aterrizar en las elecciones municipales. Pero no es una parte de ETA. Es ETA, la propia ETA, la que está apostando claramente por un proyecto político determinado porque piensa que España ha sido puesta patas arriba por el proyecto de Rodríguez Zapatero y es la oportunidad de estar en las instituciones del País Vasco para seguir avanzando en un proyecto en la dirección de la autodeterminación, de la independencia, de la secesión, llámale como quieras en ese sentido.
Pregunta: El Gobierno de Rodríguez Zapatero ahora mismo, agobiado o acuciado por la situación crítica de la economía y por las decisiones que se ha visto obligado a tomar, parece que considera como el gran argumento suyo, cara a la campaña de 2012, el fin de la banda terrorista. El fin de la banda terrorista difícilmente se producirá, decíamos antes, en un portaviones con una firma de estilo con... ¿Cómo se escenificaría un supuesto fin que fuera suficiente para el PSOE y que pudiera servir de argumento cara a las elecciones de 2012?
Bueno, en mi opinión, no sé cómo será todo porque yo no estoy ejecutando este proyecto. Pero el paso siguiente va a ser una declaración, no sé si de la izquierda vasca o ETA (que en fondo es lo mismo), donde buscará sin duda el efecto de una apariencia de que la situación está ya desembocando en el final. Ahora, el siguiente hito serán las elecciones municipales. Ahí necesita ese mundo aterrizar en las elecciones y mediar su fuerza y saber si es una fuera política determinante y tiene capacidad de tener poder como lo ha tenido ERC después de Perpignan en Cataluña. Pues ETA va a medir eso en las elecciones municipales. Por eso es indispensable que haya una lista, de una manera u otra, en ese polo soberanista que esté ETA, de un modo u otro, y ese es el siguiente hito. En el fondo, ETA lo que pretende es, sin duda, trasladar la apariencia del final. Probablemente no desaparecer, pero sí tutelar. Y tendrá que ser, una vez más como siempre lo hace cuando hay este tipo de treguas (y estamos viendo una tregua fáctica de hecho), tendrá que medir su fortaleza a la hora de tener poder en las instituciones del País Vasco o en las siguientes elecciones municipales, locales y territoriales del País Vasco.
Pregunta: ¿Pero qué ocurre si, por ejemplo, Euskal Kartasuna se convierte en vientre de alquiler y admite en su seno a los miembros que se auto titulen desencantados de la vía violenta?
Pues que, evidentemente, estará contribuyendo a ese aterrizaje de ETA como en el fondo lo van a hacer los partidos nacionalistas. PNV puede tener más preocupación porque, en el fondo, el final de esta operación es una pérdida de liderazgo o de centralidad, para entendernos, del PNV. Pero, evidentemente, ese polo soberanista se está, en estos momentos, configurando con claridad. Y algunas veces los que ponen en duda lo que estoy diciendo, creo que lo que tienen que hacer, después de mis declaraciones del 23 de marzo, es acercarse y ver la declaración del 29 de marzo de los mediadores internacionales, de Currin que precisamente parece el portavoz, y ahí lo explica todo. Explica la ficción de la diferencia entre la izquierda vasca y ETA, explica que la izquierda vaca o ETA tendrá que dar un paso y que luego tendrá que contestar el Gobierno y explica, claramente, la hoja de ruta de lo que es un proyecto de solución de conflictos que, insisto, solo tiene dos únicos protagonistas: ETA y el Gobierno.
Pregunta: Y usted hablaba de tregua fáctica pero será por parte de ETA, porque por parte del Gobierno está claro que, desde luego, las Fuerzas de Seguridad del Estado están actuando de forma contundente y sin dudas.
Y no tengo duda de que lo están haciendo como siempre, con la mayor profesionalidad, siendo un ejemplo para la sociedad española y no tengo ninguna duda. Pero yo no hablo de tregua fáctica, lo hace Currin (el mediador internacional) que ha hecho hace muy pocos días unas declaraciones diciendo claramente esta tregua fáctica que se está produciendo y que, probablemente, luego se podrá solemnizar de un modo u otro en los próximos meses. Pero aquí hay dos debates distintos. El debate de si hay o no proyecto de resolución de conflictos, y en eso yo tengo la idea muy clara: lo hay seguro, tengo la certeza. Luego hay otro debate, la efectividad de un proceso de estas características. Alguien dirá "bueno, vale la pena hacerlo".
Lo que yo creo que es inapelable en mi opinión es que no haya un proyecto de resolución de conflictos. Lo está habiendo, se está produciendo, dos protagonistas y, en estos momentos, estamos viviendo un período en el que lo que está acelerándose e intensificando es la diferencia entre ETA y la izquierda vasca pero de un modo ficticio, porque interesa, porque es la única manera de que haya un proyecto de resolución de conflictos, porque resulta imposible un diálogo entre ETA y el Gobierno. Hay que hacerlo de otra manera. Estamos viviendo una segunda parte y creo que es lo que en estos momentos, en mi opinión, está fuera de dudas.